El equipo soriano se encuentra instalado en la zona media de la categoría de plata. Desde la temporada 1997/1998 ha olvidado los infiernos de divisiones más inferiores, consiguiendo además alternar con estancias (breves, pero estancias) en la máxima categoría del fútbol español. Cuatro años hace ya de la última vez, y desde entonces, el CD Numancia ha quedado en tierra de nadie.
Un paisano, Juan Antonio Anquela, es el encargado este año de llevar las riendas del equipo. El de Linares quiere rememorar sus temporadas en el Alcorcón, donde siempre se quedó con la miel del ascenso en los labios. Para ello, cuenta con una escuadra donde destaca su rocosidad en defensa pero también su poco bagaje ofensivo. El CD Numancia quiere paliar esta falta de gol con presión arriba en un centro del campo de corte defensivo y juego por las bandas aprovechando la subida de los laterales.
Partir en un partido como locales es para el CD Numancia como un gol a favor. Los Pajaritos, campo complicado de ajustadas dimensiones puede convertirse en una ratonera para los rivales. No por nada llevan el nombre de una ciudad que resistió a todo un Imperio.
El discurso de la directiva este verano ha sido el de “Ambición”. Quieren aspirar a cotas mayores, pero tras el empate a 0 goles en Lugo (resultado más repetido por el CD Numancia la temporada pasada) Anquela deberá trabajar mucho para que el resultado final sea de nuevo la zona templada de la Segunda División.
A tener en cuenta: Solidez abajo. El factor campo de Los Pajaritos.
Puntos flacos: Poco gol. Han perdido jugadores valiosos en el mercado de fichajes.