Último partido de pretemporada y la mejor noticia era que, tal y como señalaba a posteriori Manolo Herrero, no había ningún lesionado de cara al inicio de la liga. Así es. Eso fue lo único positivo que se pudo extraer del partido del Real Jaén frente al UDC Torredonjimeno.
El enfrentamiento no era nada más que una prueba más antes de lo realmente importante, que comienza el domingo frente a la SD Eibar. Al igual que el resto de encuentros de pretemporada había que intentar ver las distintas opciones que se podían presentar a lo largo de un partido –presión en la salida del balón, inferioridad en el centro del campo, entrada por banda, jugadas a balón parado, etc-. Pues bien, todo estuvo correcto hasta que el conjunto blanco se puso por delante en el marcador, momento en el cual, quizá por estar cerca el comienzo de la competición o por la entidad del rival, el equipo adoleció de una falta de intensidad y concentración que no se había visto hasta el momento en ninguno de los anteriores encuentros de preparación veraniega. Este suceso acabó redundando en fallos en controles y pases claramente sencillos, descoordinación en las marcas defensivas a balón parado y algún desajuste en el balance defensivo. ¿A qué se debe? Difícil responder a esa cuestión pero para muestra un botón.
Durante la segunda parte, con un once totalmente nuevo sobre el césped con respecto al equipo inicial, el míster blanco, cuya principal característica es el sosiego y la calma que desprende, salió disparado del banquillo para corregir la posición de uno de sus jugadores gritando vehementemente su nombre. Aquella situación era lo más parecido a cuando un padre llama la atención a su hijo cuando sabe que lo que está haciendo está realmente mal y aún así lo está haciendo a sabiendas.
Este equipo se ha ganado la confianza del aficionado a base de esfuerzo, trabajo y dedicación. Si algo destacaba en gran parte de este grupo de futbolistas la pasada campaña era precisamente la entrega y la intensidad a la hora de afrontar cualquier partido. Personalmente, confío y espero que esas cualidades vuelvan a florecer durante la competición oficial. Es probable que la conclusión de Manolo Herrero al final del partido frente al Torredonjimeno dejase entre líneas cierto descontento con algunas fases del encuentro. Menos mal que ya empieza la liga.