Tiene que ser así. El Real Jaén se juega en Lugo engancharse el tren de la Liga. Los pupilos de Manolo Herrero viajan al norte de España para conseguir los primeros puntos de la temporada y seguir ilusionando a la afición jiennense. Qué mejor que aterrizar en la capital del Santo Reino con el casillero de la Liga Adelante abierto y cosechar victorias y empates que eleven al equipo en la tabla clasificatoria a partir de ahora.
Dos derrotas es el resultado de un comienzo liguero que tiene varias lecturas. Por un lado, los fallos defensivos elevado a su máxima expresión, con la consecución de errores en un mismo partido, y la no puntuación en el inicio de Liga. Y por otro, conseguir tres goles en dos partidos. Un éxito que el pasado año era una auténtica odisea para los blancos. Luego está el espléndido juego que desempeñan en el centro del campo. Para muchos, la principal característica y el fundamental baluarte para entender dónde está actualmente el Real Jaén; y para los más escépticos, el fútbol poco resultadista.
El equipo blanco visita el Estadio Anxo Carro con bajas sustanciosas, precisamente en la zona del primer hombre del centro del campo. Kitoko sufría en la mañana de ayer un esguince de tobillo y Óscar Quesada continúa fuera de la convocatoria al no estar al cien por cien. Esa posición podría suplirse por una dupla Juanma-Jozabed o introduciendo en el campo a Dani Torres. El que también se ha quedado en Jaén por decisión técnica es Hugo Álvarez, que el último partido no cuajó una buena actuación. Cascón y Mario Martos han vuelto a la convocatoria a la espera de disfrutar de minutos.
El Lugo es otro equipo que mima la bola y que en su campo suele hacerlo muy bien. Un empate y una derrota es el bagaje que llevan los hombres de Quique Setién hasta el momento, por lo que ansían una victoria ante su público.