Alejandro Copete
El equipo blanquiverde afronta su séptima temporada consecutiva en Segunda (su mejor racha de la historia) con una obsesión de nuevo en sus cabezas: el ascenso. Se trata el Córdoba CF de un equipo cuya directiva, afición y plantilla siempre se proponen intentar llegar a lo más alto, aunque los resultados luego digan lo contrario. Un salto de calidad que nunca llega. Con Paco Jémez, actual entrenador del Rayo Vallecano, estuvo cerca la gesta pero fueron eliminados en play-offs por el Valladolid, club que finalmente ascendería de categoría.
Los cordobeses aún se acuerdan del técnico y de su gusto por el fútbol vistoso y de ataque, personalidad ofensiva que se mantiene en los pupilos de Pablo Villa, estrenando banquillo del primer equipo y que seguro que aprovechará para dar minutos a los canteranos cordobesistas que ya conoce muy bien.
Pero sin olvidar la defensa. Un buen bloque formado por la veteranía de Iago Bouzón (lesionado) y por Luso, fichaje procedente del Girona y que como cualidades a destacar hay que mencionar su poderío por arriba y su polivalencia, ya que puede formar como central, lateral e incluso de apoyo en la línea medular. Allí, en el centro del campo, Abel Aguilar y Caballero son indiscutibles, contando ya incluso con un gol cada uno en sus estadísticas. Mucha llegada la del Córdoba CF.
En el ataque, el ya eterno López Silva sigue por sus carreras por ambas bandas para que el referente arriba, Xisco Muñoz (8 goles en 14 partidos tras llegar cedido en el pasado mercado de invierno), busque las redes del rival. El mallorquín busca en la ciudad de los califas lo que no pudo encontrar en las tierras inglesas de Newcastle. También es probable la inclusión de Uli Dávila (jugador mejicano cedido por el Chelsea) en la mediapunta.
El año pasado, el Córdoba CF tuvo sus minutos de gloria en el torneo del KO y su “La Copa mola” que le permitieron darse a conocer a todo el fútbol español. Sin embargo, todos contemplan cada fin de semana al Nuevo Arcángel, como Séneca en busca de reflexión y entendimiento, porque no este año, de una vez, la Primera división puede molar.