Los partidos que está jugando el Real Jaén dejan buen sabor de boca a la afición blanca, y eso, a pesar de que se encuentre en farolillo rojo, con sólo cuatro puntos en seis partidos. El papel que ha adquirido en casa, parece que está satisfaciendo las expectativas. Sin embargo, hay que puntuar fuera de casa. Los equipos de Soria, Lugo y Las Palmas han sido verdugos de los pupilos de Manolo Herrero, que regresaban a Andalucía con cero puntos. Ahora que parece estar cada vez más claro el estilo y la solidez en el campo que muestran estos futbolistas, toca puntuar y creérselo a domicilio. Ya en Las Palmas, el Jaén dio un aviso. Ahora toca materializar.
Frente a los jienneses, un equipo que se crece con su afición. A diferencia de los blancos, los catalanes llegan a la séptima jornada liguera tras imprimir una imagen que deja mucho que desear y que ahora tienen que dar la vuelta. De hecho, su entrenador, Javier Salamero, ha sido tajante: “solo vale la victoria”. Una de las armas que podría emplear es el delantero archiconocido Raúl Tamudo, que podría jugar como titular por primera vez en la temporada ante su afición.
En lo deportivo, el Real Jaén tiene la baja considerable del capitán Fran Machado (contractura muscular), y del todavía lesionado Nino. En los planes de Herrero estará pues permanecer con Víctor Curto de enganche y jugar con Jona arriba. Vuelve a la convocatoria Kitoko, que podría reforzar el centro del campo con doble pivote o esperar a su oportunidad ante un inmenso Óscar Quesada.
Tres puntos que para los jiennenses pueden suponer un salto de ánimo para afrontar futuros compromisos fuera de casa. Cuatro puntos son muy pocos. Este equipo merece más.