Beber cerveza nunca ha estado del todo bien visto. Pese a ser probablemente la bebida alcohólica más aceptada socialmente, su consumo siempre se ha puesto en tela de juicio. Se habla de su poder diurético, pero también de los problemas que esgrimen los defensores de la vida sana y el absentismo para defender su no consumo. Pero en las últimas semanas han surgido dos estudios científicos que pueden ser los mejores defensores para su ingesta (siempre con moderación) que dan vía libre a su consumo. Y es que se ha demostrado que la cerveza retrasa el envejecimiento y que además es una bebida eficaz para rehidratarse tras la práctica deportiva, gracias a su alta presencia de elementos antioxidantes que ayudan a reducir los efectos producidos por el ejercicio físico, como las agujetas y la fatiga.
A continuación dejo las dos noticias con sus correspondientes estudios para que cada uno tenga la información necesaria para saber si elegir entre cerveza o bebida isotónica o el típico café
¿Vivir más? La cerveza retrasa el envejecimiento, el café lo acelera
“La investigación en torno a los telómeros, las secuencias de ADN ubicadas en los extremos de los cromosomas, está revolucionando el mundo de la medicina. De ellos se pueden extraer informaciones tan relevantes como la esperanza de vida, el tipo de enfermedades potenciales que podemos desarrollar o la influencia de los hábitos alimenticios y de ocio en nuestro envejecimiento. Unas cuestiones directamente relacionadas con la longitud de los telómeros, que cuanto mayor sean más vida útil tendrá la célula que lo alberga y, por tanto, el organismo.
La premio Nobel Elizabeth Blackburn identificó hasta doce factores ambientales, relacionados con las emociones y el estrés, que influyen en su acortamiento. Ahora, un grupo de científicos del departamento de Microbiología Molecular de la Universidad de Tel Aviv, en colaboración con el departamento de Ciencias Biológicas de la Universidad de Columbia, ha incorporado a esta lista el etanol obtenido de la levadura de cerveza, pero con la peculiaridad de que contribuye a alargar los telómeros y evitar su deterioro.
A partir de los resultados del estudio Environmental Stresses Disrupt Telomere Length Homeostasis, publicado en la revista Plos Genetic, se puede concluir que el consumo de cerveza es beneficioso para el ADN, aumentando la esperanza de vida y reduciendo los riesgos de padecer cáncer. Por otra parte, la cafeína podría contribuir a acortarlos, según los primeros resultados, aún en pequeñas cantidades.
Los genes de la discordia
La investigación también ha contribuido a confirmar que ni las temperaturas ni los cambios de pH que produce tienen efectos sobre la longitud de los telómeros como sospechaban algunos biólogos. Los autores del estudio han reconocido que necesitan realizar nuevas investigaciones para determinar cuáles son los factores que influyen en esta relación de causalidad y poder desarrollar así tratamientos médicos de medicina preventiva.
Para llegar a estas conclusiones, el equipo de microbiólogos de la Universidad de Tel Aviv escaneó más de 6.000 cepas de levadura de cerveza, desactivando un gen diferente en cada una de ellas. A continuación, realizaron pruebas genéticas en dichas cepas tanto con telómeros cortos como largos, llegando a la conclusión de que son los genes denominados Rap1 y Rif1 los que más intervienen en el proceso modificando la longitud de estas secuencias de ADN ubicadas en los extremos de los cromosomas.
En total, se trata de unos 400 genes los que interactúan en este proceso lo que, según los autores, subraya su importancia a la hora de mantener la estabilidad del genoma. Como apuntaba el profesor Kupiec, “esta es la primera vez que se analiza un sistema complejo en el que todos los genes que influyen en el mismo son conocidos, por lo que los resultados son muy precisos”.
La medicina del futuro
Estos nuevos hallazgos en lo que respecta a la longitud de los telómeros son cruciales para el desarrollo de la denominada medicina preventiva o personalizada, que permitirá anticiparse al desarrollo de enfermedades potenciales y adaptar los tratamientos según la secuenciación del genoma de cada uno.
NOTA ACLARATIVA:
El estudio habla sobre cepas de levadura de cerveza, no con alcohol de cerveza… de lo cual se extrae que el alcohol y el ácido acético (vinagre) alargan los telómeros de la levadura de cerveza
Idoneidad de la cerveza en la dieta equilibrada de los deportistas
Un estudio científico revela que la cerveza puede suponer una eficaz bebida rehidratante tras la práctica deportiva, gracias a su «alta presencia de elementos antioxidantes» que ayudan a reducir los efectos producidos por el ejercicio físico, como las agujetas y la fatiga, así como reducir los efectos producidos por el ejercicio físico, como el fenómeno conocido como sobreentrenamiento.
Además, esta bebida contiene componentes vitamínicos, minerales y carbohidratos, por lo que «su ingesta en dosis moderadas» por personas adultas puede desempeñar un papel en «la recuperación del metabolismo hormonal e inmunológico de los deportistas tras el ejercicio físico
Por su parte, el profesor de Fisiología Médica de la Universidad de Granada Manuel Castillo-Garzón ha indicado que, «comparada con el agua», la ingesta de cerveza como rehidratante «no tiene ningún aspecto que la haga desaconsejable».
Hay multitud de leyendas alrededor de esta bebida que «no se basan en criterios científicos», como la falsa capacidad de engorde de la cerveza , cuyo contenido calórico es de unas 145 calorías, poco más de su contenido en un yogur entero azucarado (125).
«Lo que engorda es el mal uso que podemos hacer de la cerveza «, ha precisado Corbalán (ex – jugador de baloncesto y médico participante en el estudio), para quien factores como el sexo, la capacidad para metabolizar el alcohol o un mal hábito en las personas influyen más en el aumento del peso corporal.
INTRODUCCIÓN
La cerveza es una bebida fermentada de baja graduación alcohólica que se ha utilizado de manera tradicional en la dieta de los paises occidentales para calmar la sed. En gran medida está compuesta por agua (95%), pero también de otras sustancias que pueden ser interesantes para las pérdidas hidrominerales que suceden como consecuencia de la práctica del ejercicio y ayudar así a la recuperación tras la práctica deportiva. Sin embargo, cuenta con un componente que es el alcohol, que puede inducir a cuestionar la labor hidratante de la cerveza tras la práctica de la actividad física.
Recientemente, la Universidad de Granada y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas desarrolló un estudio para aclarar dicha cuestión, organizando dos grupos los cuales participaron en el proyecto cuyo objetivo ha sido valorar el papel que el consumo moderado de cerveza , puede desempeñar en la recuperación del metabolismo hormonal e inmunológico de los deportistas tras realizar ejercicio físico.
MÉTODOS
Así, se sometió a un grupo de 16 sujetos a ejercicio extenuantes (60 minutos corriendo en pista al 60% del VO2Máx) en una condición de 35ºC de temperatura al 60% de humedad. El ejercicio provocó una pe´rdida hídrica de 1,5-2L. lo que equivaldría a una pérdida corporal del 2-2,5%. Los sujetos realizaron este ejercicio en dos ocasiones, de manera aleatoria, y separado entre sí por un intervalo de tres semanas. Tras una de las pruebas, se rehidrataban con agua en la cantidad deseada, y en la otra se rehidrataban con cerveza en una cantidad de 660ml. y a continuación con agua en la cantidad que quisiesen.
RESULTADOS
Los resultados, tras analizar el ejercicio, tanto de manera inmediata a su finalización como dos horas después, y tras proceder al estudio de una serie de parámetros indicativos de nivel de hidratación composición corporal, psico-cognitivos, etc. susceptibles de verse influidos por el contenido de alcohol de la cerveza (4º-5º); se observó que la cerveza permitía recuperar las pérdidas hídricas en la misma medida que lo hace el agua, no habiéndose constatado ningún parámetro que haya sufrido alteración negativa por el consumo de cerveza.
CONCLUSIÓN
La cerveza, ingerida en dosis moderadas por personas adultas habituadas a su consumo, tras realizar ejercicio físico en condiciones de elevada temperatura y abundante transpiración, puede suponer una eficaz bebida rehidratante tras la práctica deportiva. No se han encontrado efectos perjudiciales en ningún de los niveles analizados al compararla con una bebida como el agua.
Referencias:
-Manuel, J. Castillo-Garzón, David Jimenez Pavón, Mónica Cervantes
Grupo de Investigación en Evaluación Funcional y Fisiológica del Ejercicio-Ciencia y Tecnología para la Salud 262. Departamento de Fisiología Médica. Facultad de Medicina. Universidad de Granada.
-Asención Marcos, Javier Romeo
Grupo de Inmunonutrición. Instituto del Frío.
Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Madrid.
¡Brindemos por la cerveza!