Alejandro Copete // @Ale_Copete
En Las Palmas solo piensan en una cosa: ser Dioses. Subir a la máxima categoría y pasar una temporada en el Olimpo. La buena clasificación del año pasado permite tener ese puntito de soberbia. Pero las cosas de momento no están siendo tan utópicas. Pese a estar a un solo punto de la zona de Play-Offs, las cumbres son borrascosas para el equipo canario.
Tras una serie de resultados muy irregulares, Sergio Lobera ha sabido lo que es estar muy cerca del paro. El empate sin goles en casa ante el Numancia podría haber sido perfectamente la gota que colmara el vaso, ya que son muchos meses sin obtener una victoria casera, pero el técnico aragonés ha recibido el respaldo (por lo menos una semana más) de la directiva. Una directiva famosa por asuntos que poco tienen que ver con el deporte. Es difícil navegar en aguas turbulentas y eso lo saben los pupilos de Lobera, que puede ver su nave hundida en tierras jiennenses.
Y de pronto, se vislumbra otro nuevo frente: las múltiples bajas, sobre todo en la delantera. Sin su máximo goleador, el nigeriano Chrisantus, las cosas se complican para un equipo que en 2014 ha obtenido un bagaje goleador bastante pobre. Todo recae en Valerón, el Mago de Arguineguín, el Doramas del que hablábamos en la primera vuelta para que lidere el equipo. Un joven canterano, Asdrúbal, poco a poco se está ganando un nombre en el primer equipo con sus participaciones, sobre todo desde la banca. Quienes apenas se han sentado han sido dos referentes en la defensa: el central Deivid y el portero argentino Barbosa.
Las Islas Canarias siempre han fascinado a todos, ya sea por sus paisajes, climas o mitología que tiene alrededor. Algunas teorías hablan de ellas como los restos de la Atlántida. Los textos clásicos hablan de dicho lugar situado “más allá de las columnas de Hércules”. Por su soberbia, fueron condenadas por los dioses a la extinción mediante un terremoto y un diluvio “en un solo día y una noche terribles”. Ese día para Lobera puede llegar el sábado a partir de las 20 horas.