Alejandro Copete // @Ale_Copete
No creo que haya mucho que decir del Cádiz. A su manera, se ha ganado un nombre en el fútbol español. Es muy raro que nadie conozca al que muchos defienden que es el auténtico submarino amarillo. Tardó mucho en alcanzar la cima de la Primera, pero cuando lo consiguió vinieron los Mágico, los Kiko, los Dertycia y ya más cercano, los Raúl López, los Armando y los Abraham Paz. Actualmente, esos son recuerdos que se han perdido como lágrimas en la lluvia.
La realidad del equipo amarillo es muy triste, ya que aborda su quinto intento consecutivo de abandonar el pozo. Y la afición cadista parece nunca perder la Fe, pero nada ni nadie asegura que ésta sea eterna. Su papel como “gallito” de la Segunda B es algo ya intrínseco en el seno del club, como el saber que el Ramón de Carranza nunca estará vacío del todo mientras siga existiendo un cadista sobre la faz de la Tierra. Es uno de los rivales a batir, pero es también un equipo que quiere dejar de ser el más fuerte de los mortales y trascender al Olimpo.
Un gigante con los pies de barro, sobre todo en la zona noble del club gaditano. Un vaivén de venta de acciones, de procesos que de repente daban marcha atrás, de acercamientos de ‘hombres de fútbol’ venidos de España y del extranjero…. algo que también ha conformado en la afición del Cádiz una nueva habilidad: han aprendido, a base de golpes, que no te puedes fiar de los que mandan. Manuel Vizcaíno, ex directivo del Sevilla FC ha sido el último en llegar. Un padrastro que quiere ganarse la confianza de sus desconfiados hijastros. No es una tarea fácil.
Sin embargo, si bajamos el balón al césped, la cosa cambia. El Cádiz tiene una de las mejores plantillas de la categoría donde los jugadores que han venido del Real Jaén han tenido mucho que ver. Se va a usar demasiado la palabra ‘morbo’ para este partido, pero es que no hay otra forma mejor de definirlo. La dupla atacante Jona y Airam no se enfrentarán al equipo jiennense, pero hay otros jugadores de calidad, como Migue García o el guardameta Aulestia. Un hombre de la casa, Antonio Calderón, es el encargado de dirigir esta nave a la superficie.
El conjunto amarillo siempre se ha considerado como de los más simpáticos, de lo que mejor caen al resto. Pero cuando empiezas a ganar y los demás te ven como un rival serio, la simpatía se pierde por el camino. Es un riesgo que tienen que correr por tierras gaditanas para que el Cádiz CF vuelva con los grandes.