Alejandro Copete // @Ale_Copete
Lo ocurrido la temporada pasada en la pedanía de La Hoya no se lo creía nadie. Un equipo que toda su vida la había pasado en Territorial, Preferente y Tercera; de golpe y porrazo peleaba por subir a la Segunda División del Fútbol español en su año de debut en el bronce. Contra el Hospitalet y por valor doble de los goles terminó el sueño de los murcianos, que tendrán siempre para el recuerdo que su equipo quedó segundo en el siempre difícil grupo IV. La revelación del “Brócoli Mecánico”. No ganarían aquellos dos mundiales, pero aquella selección nos legó su sobrenombre para la posteridad, pudiéndolo aplicar a cualquier producto local cuyo equipo de fútbol tenga buenos resultados.
Pero el precio a pagar por La Hoya Lorca CF (renombrado así en 2012 para intentar atraer al club de la pedanía a los desheredados aficionados futboleros de Lorca) fue alto. Muchos de los culpables de esa gran temporada, como el Zamora Cifuentes o el jugador lagarto Armando; volaron lejos del Francisco Artés. Muchas bajas y con sus correspondientes nuevas llegadas que hacen que el inicio de temporada de los de José Miguel Campos no haya sido el deseado. Llegan a la Victoria con una racha de 3 derrotas consecutivas fuera de casa y habiendo perdido su último partido en casa dejándose remontar en los últimos 5 minutos. La desilusión es palpable en el ambiente.
También ha ayudado a esa mala racha las bajas por lesión de jugadores muy importantes como el central Sergio Castillo. Para el partido contra el Real Jaén llega entre algodones el jerezano Hugo Rodríguez, casi de lo mejorcito que se le ha podido ver al equipo murciano en lo que llevamos de liga, donde tácticamente el conjunto blanquiazul ha mostrado muchas dudas y un juego muy aguerrido y ansioso, como si estuvieran ya jugándose el todo por el todo. Nino y Joselu, dos ex lagartos están llamados a ser referencia en La Hoya.
No sabemos si hubo estamentos del club o aficionados que pensaron que lo del año pasado sería la tónica habitual. Podría haberlo sido, pero el fútbol es así. Estas 8 jornadas y las que quedan es el momento de reflexión para un equipo que se encontró de bruces con una gloria que muchas veces se le niega a clubes más experimentados. De ellos dependen si se puede pelear por repetir o hay que conformarse con menos. La realidad es que, de momento, el “Brócoli Mecánico” necesita arreglar engranajes.