Alejandro Copete // @Ale_Copete
El proyecto de la Universidad Católica San Antonio de Murcia va viento en popa a toda vela. Que un recién ascendido de Tercera se encuentre a estas alturas líderes de la tabla, que de momento no haya sufrido una derrota en partido oficial y sea el conjunto menos goleado de toda la Segunda B es una proeza. Y si le sumamos que han sufrido una remodelación casi total en plantilla y cuerpo técnico, muchos hablarían de milagro católico para los Universitarios.
El conjunto murciano de La Sangonera firmó en 2011 el convenio con la UCAM que le permite no solamente a la Universidad poder mantener un equipo de fútbol y sumarlo al del Baloncesto (en la élite), balonmano, voleibol, etc.; en un modelo que recuerda mucho a lo normal en los Estados Unidos; sino que es otro camino de transmitir los valores universitarios que pregonan. Un ejemplo es que los jugadores del club azulino no solamente perciben una ficha por ser futbolistas profesionales, sino que pueden ejercer de manera gratuita estudios en dicha Universidad. Mens sana in corpore sano.
Por eso el proyecto deportivo del UCAM Murcia es un aliciente para muchos jugadores. La inversión en fichajes ha sido excelente, contratando a jugadores muy experimentados en la categoría como el lateral Góngora o el centrocampista Checa, que aporta la contundencia y la inteligencia en el centro del campo. Además, cuenta en su plantilla con futbolistas que conocen la gloria de la plata, como Javi Hernández y el defensa Teiko. Todos ellos orquestados por Eloy Jiménez (ex futbolista de Primera) que ha sabido transmitir a sus pupilos oficio, estructura estable en el césped y un sistema de rotaciones que los tiene enchufados a todos en este buen momento que viven.
Ha sido el propio Jiménez quien ha intentado bajar la euforia y recordar que el objetivo primero y principal es la permanencia, que luego vendrán cotas mayores. Pero como si de jóvenes se trataran, que saben que la vida es breve y hay que aprovecharla, hasta el momento se han mostrado descarados y son rivales difíciles de batir, sobre todo en la Vieja Condomina. Iuvenes dum sumus. Mientras seamos jóvenes. Ahora llega el equipo más goleador, el Real Jaén. ¿Quién podrá más? ¿La lanza imparable o el escudo irrompible?