Juan Toral // @juatorsan
Fin de semana fúnebre para el mundo del fútbol de nuestro país que ponía el broche a Noviembre en forma de crespón negro. Andújar, el barrio malagueño de El Palo y Madrid se mancharon por la sangre y la vergüenza de la violencia que adapta formas diferentes y que no entiende de edades.
Y es que en menos de 24 horas, en lo que dura una jornada de liga, un partido de juveniles entre La Mosca y el Churriana acabó en una batalla campal entre jugadores, técnicos y aficionados, en plena locura colectiva de al menos 30 personas que al ritmo de patadas y puñetazos hicieron parar definitivamente la pelota. Casi a la misma hora, un grupo de pandilleros al amparo del falso amor hacia un escudo de fútbol (en esta ocasión fue el turno para el Atlético de Madrid y el Deportivo de la Coruña) sobre el que dar forma a su clandestinidad quedaban en Madrid, a plena luz del día para batirse en un duelo medieval a vida o muerte del que Jimmy, un ciudadano nada ejemplar con antecedentes penales y un amor a la violencia, acabó abatido en pleno río Manzanares, con un traumatismo craneoencefálico mortal que ha alarmado a la sociedad española.
Por primera vez en mucho tiempo, Messi y Cristiano Ronaldo no abren los noticieros deportivos. Es turno de pedir cuentas, de buscar culpables, de intentar erradicar una lacra silenciada sobre la que desde la muerte de Aitor Zabaleta la sociedad parecía mirar hacia otro lado. Ignorar un problema no hace que se resuelva. Hay que exigir responsabilidades pero sobre todo no hay que olvidar, que el fútbol, el opio del pueblo, monopolice el debate nacional que estos días se ha reabierto al auspicio de los vídeos que van apareciendo de la reyerta callejera entre el Fondo Atletico y los Riazor Blues.
Porque no nos engañemos, este debate no gira tan solo en torno a una pelota, va mucho más allá. Porque sus protagonistas aman más sus ideologías políticas enfrentadas, la xenofobia que procesan como estilo de vida que el escudo y los vítores que corean cada domingo desde el fondo sur del estadio que custodian como guardianes de un castillo. Porque son el mismo perro con diferente collar: los que aprovechan las salidas a otras ciudades para armados en grupos arrasar las gasolineras y plazas que marcan como si de conquistas se tratasen; o revientan las multitudinarias celebraciones donde su único motivo de alegría no es el título conseguido, sino la quema de contenedores o el saqueo del mobiliario urbano. Por lo tanto, este debate que parece formularse sobre el verde de un campo de fútbol debe exigir los esfuerzos colectivos de una sociedad que debe perder el miedo del radical al amparo de medidas sociales y políticas que intenten frenar la frustración del cobarde que toma la tangente de la violencia como válvula de escape a las frustraciones de una vida corta de miras y menores expectativas.
Porque lo ocurrido el pasado sábado 29 de Noviembre en el campo Municipal José Luis Mezquita de Ándujar, en el partido que enfrentaba a los equipos juveniles del Iliturgi Club de Fútbol CD y el CD Úbeda Viva, no fue un acta del colegiado, sino un parte de guerra:
“ILITURGI C.F. C.D. : En el minuto 75 el jugador (1) BARCENAS PEREZ, JORGE L fue expulsado por el siguiente motivo: Golpear con el puño cerrado en la cara del jugador número 6 del equipo UBEDA VIVA C.D. Don: FRANCISCO DE LA BLANCA VARGAS, una vez golpeado y el jugador número 6 en el suelo, sigue golpeándole con el puño cerrado, una vez terminado esto se precipita a las vallas para continuar golpeando a los aficionados y para perseguir a jugadores contrarios e intentar golpeándoles, no consiguiéndolo.
– ILITURGI C.F. C.D. : En el minuto 75 el jugador (7) SOTO MENA, JUAN CARLOS fue expulsado por el siguiente motivo: Golpear a un contrario con la mano abierta en la cara no estando el balón en juego.
– ILITURGI C.F. C.D. : En el minuto 75 el jugador (10) ALARCON CARMONA, ADRIAN fue expulsado por el siguiente motivo: Golpear con la pierna a el jugador número 6 del equipo UBEDA VIVA C.F. Don: FRANCISCO DE LA BLANCA VARGAS, en la cara estando este jugador en el suelo y reiteradas veces golpeándole con el pie en la cara.
– ILITURGI C.F. C.D. : En el minuto 75 el jugador (6) EXPOSITO CARDEÑAS, SERGIO fue expulsado por el siguiente motivo: Golpear a un contrario con la puño en la cara no estando el balón en juego, y cogiendo del cuello a un contrario y tirándolo al suelo.
– ILITURGI C.F. C.D. : En el minuto 75 el jugador (5) PEREZ LLORI, JAIME fue expulsado por el siguiente motivo: Golpear a un contrario con el puño en la cara, no estando el balón en juego, y tirándolo al suelo.
– ILITURGI C.F. C.D. : En el minuto 75 el jugador (8) GARCIA BARCENAS, MIGUEL fue expulsado por el siguiente motivo: Golpear a un contrario con la mano en la cara, no estando el balón en juego.
– ILITURGI C.F. C.D. : En el minuto 75 el jugador (19) SEVILLA MEDINA, MANUEL fue expulsado por el siguiente motivo: Golpear a un contrario con el puño en la cara, no estando el balón en juego, acto seguido se precipita a las gradas para golpear a un aficionado del público y golpeando con la mano abierta al jugador número 6 del UBEDA VIVA .C.F.
– C.D. UBEDA VIVA : En el minuto 75 el jugador (6) DE LA BLANCA VARGAS, FRANCISCO fue expulsado por el siguiente motivo: Golpear a un contrario con la mano abierta en la cara, no estando el balón en juego.”
Hasta que no seamos capaces de ver que el debate, tanto el de la batalla en el barrio del Palo, en Madrid o en Andújar es el mismo problema, no conseguiremos respuestas. La falta o nula educación de una sociedad enferma que se refleja cada día, en cada campo de fútbol que va desde el típico hijo de puta de turno al árbitro, el negro de mierda al contrincante de color; o en cada padre que presencia el partido de su hijo, que lo humilla con sus gritos, que le hace aborrecer un deporte en el que se está iniciando y en el que el niño es víctima de las frustraciones de su progenitor. Y es que cuántos padres que hacen de entrenador gritan a sus chavales al mandar una bola más allá de la línea que marca el límite de las dimensiones de una pista de tenis; cuántos padres castigan a sus hijos con la canasta ganadora errada… Estos niños de hoy que mañana serán padres y que actuarán como años atrás lo hicieron con ellos.
Y mientras, el rencor y el odio que empapa a las nuevas generaciones que caminan sin rumbo a la deriva, que aprovechan los grupos de radicales, de izquierdas, derechas o cualquier ideología a la que aferrarse como el nexo de unión para aglutinar soldados para una batalla de la que todos salimos perdiendo.
Ojalá que la muerte de Jimmy o la fractura de mandíbula de Kete no queden en el olvido como en su día ocurriera con la sangre inerte vertida de Aitor Zabaleta. Desearle una satisfactoria recuperación a Francisco de la Blanca Vargas. Que así sea.
Posdata: no dejes de leer el libro “Diario de un Skin” de Antonio Salas. En él encontrarás respuestas en forma de preguntas sobre el enfermizo mundo ultra.