Alejandro Copete // @Ale_Copete
El Lucena CF, que ya de por sí nunca ha tenido una vida fácil y sencilla, no se encuentra en sus mejores momentos. Llega el equipo cordobés al Estadio de la Victoria como el peor visitante de todo el grupo IV, ya que no han ganado a domicilio en todo lo que llevamos de temporada. Sumado a una racha terrible de 8 partidos sin ganar y a ocupar la última posición de la tabla, la situación tuvo una primera explosión con la destitución de Juan Arsenal.
Tras 17 jornadas es farolillo rojo el equipo cordobés pero la salvación esta solamente a un punto, en una categoría donde los fines de semana suceden bailes en la tabla, y no son precisamente de los lentos. La llegada de Serafín Gil, técnico cuya única experiencia en la segunda B fue precisamente el empate a 0 goles contra el Betis B es una duda más no en un mar de ellas, sino en todo un océano. La incógnita de un entrenador nuevo que se suma a la de una plantilla totalmente nueva donde del 9º puesto del año pasado solamente sobreviven 3 jugadores. Todo nuevo en esta etapa del Lucena CF ya que el verano pasado llegó un nuevo grupo inversor madrileño que tomó las riendas del club que iba a intentar aportar equilibrio económico al equipo cordobés que siempre ha vivido casi al limite. De momento los jugadores celestes llevan ya dos meses sin cobrar, algo que no va ayudar mucho a mejorar el ambiente entre los factores implicados, sobre todo la afición; soberana última que ya le robaron una vez y desconfían del proyecto, tanto que este año los abonados han descendido hasta los 600 aproximadamente.
El objetivo marcado sigue siendo el del inicio, sumar una nueva temporada en la categoría de Bronce. Para ello, el planteamiento que parece que va a usar Serafín Gil es el de un juego directo, con muchos balones colgados al área para que el brasileño Pedro Beda, el ariete procedente de la liga Bosnia, los aproveche para mejorar sus registros goleadores. Otro jugador a destacar es Sarmiento, pilar indispensable en el centro del campo y que con las nuevas tácticas se presupone el perro de presa del club cordobés. De momento lo que más falla es el físico, donde los jugadores celestes pierden mucho fuelle durante los 90 minutos. Y eso en Segunda B no se perdona.
Ambiente enrarecido, por no decir insoportable. También es verdad que en el Ciudad de Lucena aún no ha perdido, pero hay que saber viajar. Cuando se sale de la ciudad que los judíos llamaron Eli Ossana, del hebreo Dios nos salve. Dios quizás pueda ayudar, pero a la hora de la verdad son los que viven en la Tierra quienes deben dar el Do de pecho porque al final pueden venir el llanto y el rechinar de dientes.