Alejandro Copete // @Ale_Copete
El equipo decano del Campo de Gibraltar (rimbonbante suena, hay que reconocerlo) aspira a seguir los pasos de su mejor versión de hace 2 años y encuadrarse de aquí a final de temporada en los puestos que otorgan la posibilidad de jugar los Play-Offs por el ascenso. ¿Por qué tanto optimismo? Los números hablan por sí mismos, se ha mantenido en su mayor parte el bloque del año pasado y los aficionados quieren ver en una mayor categoría a su anciano y centenario equipo de los amores, donde estuvo hace mucho tiempo. Tanto tiempo que las crónicas de entonces parecen espejismos en el desierto de la Segunda B y la Tercera.
En su casa, en el Municipal, en La Línea de la Concepción; la “Balona” solo han dejado escapar dos puntos en un empate. De momento no saben lo que es perder en su césped, ante su afición cada vez venida a menos por las quejas ante los precios, prohibitivos para muchos, de las entradas. Si a eso se le suma una exigencia de que el equipo rinda a lo largo de las jornadas, la directiva se encuentra en la paradoja de intentar obtener los recursos necesarios para apuntalar una plantilla competitiva al máximo. Pero aliento no va a faltar a los jugadores blanquinegros, que tienen el pecho lleno de aire y orgullo tras encadenar 3 victorias consecutivas.
Rafael Escobar, hombre de la casa que cogió al equipo en Tercera y sigue dando guerra campaña tras campaña, tiene más o menos claro como debe jugar la Real Balómpedica Linense: un equipo en el terreno que domine el juego y con equilibrio en todas las líneas. Un equilibrio que llega a tal punto que viendo los goles a favor (el máximo goleador del grupo) y los goles en contra, sale un +3 donde se demuestra que los gaditanos sufren si le meten gol primero y en cambio, saben aguantar si golpean el primero. Entre los jugadores más destacados Copi, ocho tantos y mucho peligro en el área rival, el fichaje Jose Ramón, que ha venido para reforzar el ataque y un destacado Olmo que actualmente es el líder de la zaga.
Una ciudad, La Línea, que en sus inicios fue simplemente un campamento para provisionar a los militares que intentaban asediar el peñón. Desde entonces las relaciones entre la colonia y España no han sido precisamente las mejores. Desde lo alto de la roca, que también fue bautizada como Monte Tariq en honor al caudillo musulmán que dirigió la conquista de la península Ibérica, se ve el estadio donde la Balona juega sus partidos desde el año 1969, años en los que la verja fue cerrada. Desde entonces, el decano ya tiene un sitio para jugar, el abuelo puede reposar sus 102 años de edad.