Alejandro Copete // @Ale_Copete
De momento, inmejorable situación para el filial bético. Tras su breve paso por la Tercera División, buenas rachas de victorias han permitido al club verdiblanco coquetear con la zona alta, cuando en el verano todo estaba preparado para obtener la permanencia, algo que todavía no es segura de forma matemática pero que con 32 puntos ya tiene el trabajo bastante avanzado y se permiten el lujo de hacer cábalas con el ascenso del Padre y del Hijo a la vez. Pero en una categoría como la Segunda B, echarte a descansar ahora o hacer las cuentas de la lechera puede ser un suicidio.
Juan Merino ha demostrado este año una cosa: sus equipos saben competir. Tanto el filial como el primer equipo, al que entrenó de manera provisional y sacó más que petróleo (12 de 12). Todavía muchos se preguntan como con esos logros, el de la Línea no ha seguido en el Real Betis. Cosas del fútbol. Volvamos al “B”: en sexta posición y a 11 del descenso. Parece un paraíso, pero hay problemas: desde la afición se le achaca que aplica un estilo pobre (“Juega mi Betis al fútbol con ese duende que da la tierra”) y la salida de 4 jugadores (bajas residuales, pero bajas) y la ausencia de fichajes hacen que todo no se vea de colores en la Ciudad Deportiva Luis del Sol. La exigencia bética, créanme, pesa. Y es que la conozco muy bien.
Además, el equipo llega con dos derrotas consecutivas. Y se da la causalidad que de los nueve partidos que ha perdido el filial bético, la gran mayoría de ellos han sido contra los equipos de la zona noble. Entre ellos el Real Jaén. Los datos y las estadísticas dicen mucho, pero son demasiado fríos y nunca sabes cuando el calor de 90 minutos de competición te los puede chafar. Álex Alegría, pichichi del equipo con 8 dianas, no llegará por sanción. Una baja importante, pero hay que tener cuidado con jugadores como Fabián o Abeledo, que han catado las mieles del primer equipo; De La Hoz, que se ha recuperado bastante bien de su lesión y está rindiendo a gran nivel; y el central José Carlos, ascendido de categorías inferiores y según dicen, candidato a ser llamado a filas por Pepe Mel.
A veces, en las retransmisiones, se puede ver el pasillo que hay entre los vestuarios y el terreno de juego y los adornos que hay. Desde el mítico “This is Anfield” (para que rivales y jugadores “reds” recuerden todo el contexto que hay más allá) hasta fotografías de los jugadores de la plantilla. Siempre he imaginado que los pasillos de las diferentes ciudades deportivas de todo el país deberían tener fotografías de los ejemplos a seguir por ellos. En este caso habría gente como Rogelio, Gordillo, Joaquín, Beñat y los más recientes Ceballos y Valera. Ejemplos de que con trabajo duro, pueden llevar algún día las 13 barras que más pesan.