La selección de Jaén se proclamó campeona de Andalucía de fútbol sala, en el campeonato disputado en el pabellón Francisco Vega Morata de Lanjarón, tras ganar en la gran final a Granada. Jaén confirmó las expectativas que la marcaban como una de las favoritas a lograr el entorchado andaluz, ante un combinado granadino, subcampeón, que ha realizado un gran campeonato y que únicamente ha recibido cuatro goles en los cuatro partidos que ha disputado.
La gran final contó con un lleno absoluto en la grada, con más de medio millar de espectadores, y un ambiente precioso. Jaén dio primero, aprovechándose de la calidad técnica que atesoran sus futbolistas. Los primeros minutos fueron de dominio ‘lagarto’, logrando el primer tanto a los 5 minutos de juego, gracias a una buena penetración por la izquierda que dejó solo frente a Jaime Moraleda, para anotar el 1-0.Los granadinos no se arrugaron y reaccionaron, igualándose la contienda en el juego y también en el marcador, gracias a un buen gol desde lejos de Marcos Benítez (7’). Con el empate en el electrónico, un fallo defensivo en una cesión dejó solo a Daniel Ramos, que dribló a Jaime y anotó a puerta vacía. Con el 2-1 para Jaén se alcanzó el tiempo de descanso, no sin antes haber rozado el tercero en dos ocasiones, ambas por mediación de Juan Padilla.
El segundo periodo fue de dominio claro de Granada, que se fue con todo a intentar igualar la contienda. Delante se encontró un equipo jienense muy bien colocado, que defendió con uñas y dientes su botín e intentó salir con peligro a la contra. Pese a que se cerraron muy bien los jienenses, Granada contó con varias opciones para empatar, especialmente la que tuvo Emilio a tres minutos del final, que chutó fuera cuando lo tenía todo a favor para marcar. Los últimos minutos se vivieron con Jaime como portero jugador, lo que provocó algún susto que no terminó en gol. Fue el propio Jaime quien pudo empatar en el último segundo de la final, y forzar así la final, pero su lanzamiento, en buena posición, se fue fuera por muy poco. Jaén consiguió llegar al final con la mínima ventaja del primer acto y se proclamó así campeón de Andalucía.
El partido por el tercer y cuarto puesto había abierto antes el fuego de la jornada final. Las selecciones de Córdoba y Almería realizaron un gran torneo y se quedaron muy cerca de alcanzar la gran final, pero tuvieron que conformarse con el partido de consolación. El choque fue muy igualado y, de hecho, se dirimió en la tanda de penaltis, después de acabar 5-5 en los 30 minutos reglamentarios. Fue Córdoba quien se adelantó a los 5’ con un gol de Alberto, pero Almería le dio pronto la vuelta al marcador, igualando en el mismo minuto con un gol en propia puerta de Javier Medina, y logrando una amplia ventaja de 3-1 al descanso tras dos tantos consecutivos de Francisco Vargas.
En la segunda mitad los almerienses se colocaron con ventaja de 4-1 tras anotar Darío y todo parecía sentenciado. Sin embargo, los cordobeses tiraron de pundonor y consiguieron acortar distancias por medio de Manuel Moya y Manuel Jesús (4-3, min 24). De nuevo amplió la ventaja Almería con un gol en propia puerta de Alfonso Jesús, que otra vez parecía definitivo. Pero los cordobeses se fueron arriba con decisión y lograron dos goles en la recta final, obra de Alberto Marín (28’) y Raúl León (29’).
En la tanda de penaltis los almerienses anotaron los tres, mientras que Córdoba falló el primero, atajado perfectamente por el portero, consiguiendo el combinado almeriense el tercer puesto en el cuadro de honor.
El broche a esta XIV edición lo puso el acto de entrega de premios por parte de los delegados provinciales de la RFAF en Cádiz y Granada, Antonio Bernal y José Manuel Molina Maza, el director de la planta de Aguas de Lanjarón, José García, el vicepresidente de la comisión de fútbol sala de la RFAF, Rafael Hidalgo y el alcalde de Lanjarón, Eric Escobedo. Todos los jugadores participantes se llevaron de Lanjarón en recuerdo de haber participado de la “fiesta” del fútbol sala andaluz y recibieron una medalla y un recuerdo de su estancia en la tierra de los manantiales.