Alejandro Copete // @Ale_Copete
Los mecanismos del filial sevillista han empezado a funcionar tas un engrasado que lo ha mantenido la mayor parte de la temporada en los puestos más bajos de la tabla. No debería importar mucho, ya que los objetivos de estos segundos equipos son otros, pero para el hispalense es una situación difícil ya que no hace mucho se codeó en la división de plata. Sin embargo, lo que prima ahora es la supervivencia. Ya a 4 puntos del descenso quizás puedan permitirse respirar un poco pero el peligro de estar a mitad de tabla es que no sabes a ciencia cierta, como ocurría en “El Juego de Ender”, donde está arriba y donde está abajo.
Los de Diego Martínez, un conjunto muy joven proveniente en su mayoría de los escalafones inferiores del Sevilla FC, se encuentran en su mejor momento. Tras 5 partidos invictos y donde solo han recibido un gol, se encuentran henchidos de moral tras vencer al Cádiz y al Betis B en el “derbi chico”. Ambas victorias muy importantes, pero quizás más aun la que consiguieron frente al equipo cadista, pues significaba sumar una muesca más en su asignatura pendiente: los partidos de fuera de casa (solamente 2 veces se han llevado la victoria en lo que llevamos de liga).
La llegada de Paco Candela desde el Leganés ha reforzado esa parcela defensiva que cuenta con jugadores fijos como Matos y Luismi. Como en todo filial se notan las llamadas desde el primer equipo y sus consecuencias tanto positivas como negativas: Borja Lasso y Romero no se sabe si podrán afrontar el duelo ante el Real Jaén tras su viaje a Argentina donde tuvieron sus minutos. Arriba destaca Juan Muñoz, con 13 goles, probable integrante del primer equipo el año que viene. Y en lo anímico, Cotán está en las nubes tras su gol en el descuento a los verdiblancos.
Cantaban los Radio Futura sobre los pensamientos de una estatua en un jardín botánico. Un tema bastante más profundo que sus inicios donde confesaban estar enamorados de la moda juvenil, pero no podemos olvidar que Santiago Auserón estudió filosofía en París. Casi nada. Esa estatua contemplaba los movimientos de los peces en el agua. En la Ciudad Deportiva sevillista es una estatua de Antonio Puerta la que contempla a esos jóvenes e intenta que su espíritu siga vivo en ellos. No es extraño que desde Benjamines hasta el Sevilla Atlético, cuando suban en el bus que les lleve a jugar fuera, algún jugador mire a la estatua alejarse poco a poco y le haga algún juramento.