Alejandro Copete // @Ale_Copete
Más bajo no se puede caer, pensaron el año pasado en las filas castellonenses cuando quedaron en décimo quinto lugar de su grupo de la Tercera División. Un equipo clásico, que ha llegado a jugar en la élite se vio embarrado y descendido por impagos. Tras tres años, la revolución de este año (17 altas) ha traído la sorpresa: campeón y finalista de la Copa Federación. La ilusión se ha apoderado de las gradas del Castalia.
Ramón Calderé, un clásico del fútbol patrio, ha sido el encargado de llevar la manija del equipo blanquinegro desde el banquillo. En el césped, jugadores de calidad como el Pichichi y auténtico símbolo de esta etapa en Castellón: Rubén Suárez, todo un Primera para volver a cotas mayores. Otro Rubén, Negredo (hermano de Álvaro), junto a Yagüe forman la dupla arriba. Fue la defensa menos goleada de su grupo.
Los orejudos llegan al Play-Offs con una plantilla experimentada y con ganas de dar un nuevo giro a la Historia blanquinegra. Se han visto superados por el equipo de un pequeño pueblo de la provincia. Han tenido a dirigentes que hoy son noticias por temas que dan risa y vergüenza ajena. Pero eso es pasado. El C.D Castellón quiere resurgir y empezar a escribir una nueva historia.