El colombiano Chaves, del Orica, halló en Cazorla su segunda victoria de etapa en la Vuelta y recuperó el maillot rojo. La localidad jienense vibró con el regreso de la ronda hispana, que una vez más deparó un emocionante final de etapa.
Diego M. Díaz // @dmdiazsalado
Los canguros del Orica Green-Edge siguen dominando con puño de hierro la Vuelta Ciclista de las antípodas de su Australia natal. Otra exhibición de Johan Esteban Chaves tiene por premio la tercera victoria parcial de la escuadra ‘aussie’ –segunda del escarabajo- y el retorno a sus hombros del maillot rojo. El inédito final en Sierra de Cazorla derivó en otra emocionante llegada en la ronda ibérica, que persiste en el acierto con su apuesta por ‘el muro de meta’.
El regreso de la Vuelta a Jaén no dejó indiferente. Si aún remanecían los ecos del estruendo de la meta de Alcaudete en la pasada edición, donde venció De Marchi o del crujir de tubulares por la rampa de Valdepeñas de Jaén, con el potente sprint de Dani Moreno en 2013, Sierra de Cazorla no fue menos, demostrando, una vez más, la agitación que provoca en la carrera los finales jienennse. La suficiencia con la que Chaves arrancó y se despegó del grupo de favoritos no hacen justicia al porcentaje que se despachaba. Un rampón al 16 por ciento a dos kilómetros de meta, demarraje infernal del colombiano y ventaja insalvable, aunque combatida por el hasta entonces capo de la general, el holandés Dumoulin (Giant-Alpecin) que vendió caro su exiguo liderato. Llegó tercero, a solo cuatro segundos del ciclista del Orica, que sin embargo, arrebató el jersey de primer clasificado. Entre los favoritos, no hubo distancia, aunque Landa, Aru y Van Garderen, por citar algunos, se dejaron cuatro segundos en el Alto de Cazorla, catalogado como tercera categoría.
Más allá de unos últimos tres kilómetros de frenético ciclismo explosivo, la etapa dio poco más de sí. 200 kilómetros con salida en Córdoba jalonados de calor y escapada, en esta ocasión, muy luchada y de bastante nivel. Gautier, Terpstra, Cummings, Peter Velits, Durasek y Rubiano. Entre ellos, ganadores de etapa en Tour (Cummings), podims de la Vuelta (Velits) y triunfadores en un monumento, Roubaix (Terpstra). Una terna de buenas piernas. El británico del Qhubeka fue quien más resistió a la caza que con fuerza emprendió un pelotón liderado por Movistar. Un final perfecto para Valverde, pensaron. Pero no, el murciano no pudo emular sus victorias en finales de etapa jienenses que sí lograra en 2003 y 2008 y se fue de vacío de una Sierra de Cazorla que salió a la calle al gozo del espectáculo ciclista. Jaén se despide mañana de la vuelta con la salida de Jódar, en la séptima etapa, que finalizará en La Alpujarra granadina tras 191 kilómetros. De nuevo, terreno para emboscadas.