Alejandro Copete // @Ale_Copete
No lo tiene fácil José María Salmerón en su primera etapa en el equipo universitario. Superar el registro histórico que dejó Eloy Jiménez se antoja complicado, donde se quedaron muy cerca de la Segunda División, logro que si accedió el verdugo del club murciano, el filial del Athletic Club. Pero desde la dirección deportiva con Pedro Reverte al mando (entrenador y director coincidieron en el Lorca en la categoría de plata) se ha conseguido mantener un bloque bastante importante del equipo que quedó en segundo lugar de la tabla la temporada pasada. Una de las revelaciones de la Segunda B y que este año apuesta por todo lo alto.
Practicamente la defensa del año pasado es la misma con jugadores que disputaron muchos minutos como Góngora, Fran Pérez y el portero Escalona y que se convirtieron en una de las murallas más difíciles de penetrar el año pasado. La duda atrás es el capitán Robles, aquejado de problemas estomacales que le han hecho perderse los dos partidos ligueros donde su equipo ha ganado como visitante. Curiosamente, aún no saben lo que es ganar ni anotar un gol en Liga en la vieja Condomina y esperan romper esa mala racha frente al Real Jaén. Es precisamente en ataque donde sufrieron las bajas más importantes de jugadores referentes en esta faceta del juego como Hugo Díaz, pichichi del equipo universitario la temporada pasada; o Javi Gómez. Para sustituirlos han llegado al UCAM Murcia Pallarés procedente del Huesca y Iván Aguilar, que contra el Betis B sumó su primer gol de la temporada.
El objetivo este año si está definido desde un principio y no es otro que el ascenso. Atrás quedó la humildad cristiana del partido a partido y la Universidad Católica de San Miguel quiere seguir su filosofía de apuesta por el deporte en la élite, como si ocurre con el club de baloncesto. De momento lo están consiguiendo ocupando la cuarta plaza de la tabla y con lo más importante: el respeto ganado por el trabajo realizado. Ahora los rivales ven a los murcianos como un rival serio, difícil de batir, muy peleón gracias a la labor de Checa y Cesar Remón en la medular; y con una plantilla muy equilibrada y competitiva donde cualquiera puede ser titular. La muestra: el senegalés Fall con su amplia experiencia en la Segunda B o el lateral Pol Bueso, que viene de ascender con el Nástic a la plata.
Parece que en estos primeros compases del campeonato, el nuevo míster Salmerón se concentra en crear un equipo desde abajo, desde la defensa (sólo dos goles encajados) y confiando que la maquinaria de ataque se engrase a través de la velocidad y la eficacia de los de arriba. El espíritu universitario quiere seguir adquiriendo conocimientos y piensa que la lección de la Segunda B ya está aprendida. Si llegasen de nuevo, los Play-Offs es una nueva reválida para este proyecto.