Alejandro Copete // @Ale_Copete
Solamente la fatalidad del primer equipo almeriense impidió la posible machada del Almería B. El descenso a Segunda convirtió al filial en un extraño en tierra extraña, en un invitado no deseado en la lucha por los Play-Offs que finalmente claudicó ante el Guadalajara. Parecía un mal sabor de boca tras la magnífica temporada donde, sorprendiendo a propios y extraños, quedó tercero en la tabla en su tercer año en el bronce. Pero no hay mal que por bien no venga, debieron pensar en la capital mediterránea; y el esfuerzo ha sido recompensado con el ascenso de los jugadores más destacados. ¿Para eso está un filial, no?
De esta manera, la UD Almería B ha perdido a referentes como Antonio Marín, Michel o Iván Sánchez. El descenso del primer equipo también supuso una pérdida económica de las arcas almerienses y la política para el filial ha sido la de mantener el grueso del bloque y sumarle jugadores del juvenil. Y eso se ha notado en las dos primeras jornadas, donde los de Miguel Rivera no han encontrado el juego eléctrico y contundente que les daba victorias el año pasado. La mala imagen mostrada ante el UCAM ha encendido las alarmas por el calendario difícil que se le avecinan a los rojiblancos que pecan de inexperiencia y ven que sólo con el ímpetu no llegan los goles (siguen sin estrenarse en esta faceta). Para colmo, se le suman bajas de jugadores importantes como el central Charlie y los rumores de jugadores descontentos por no haber promocionado. Eso ha supuesto la incomprensible rescisión de contrato del pichichi de la pasada temporada Dani Romera (15 goles) y el run-run con futbolistas llamados a ser los líderes este año, como los africanos Azeez e Hicham.
Las esperanzas de la parroquia almeriense se encuentran en fichajes con muchos minutos en la categoría como el central David Soto, procedente del Celta de Vigo B y Javi Pérez, fichado el verdugo del Almería B en los PO, el Guadalajara. Del bloque del año anterior se mantiene el guardameta Gianfranco y el mediocentro Joaquín, titulares indiscutibles. Y un deseo y una incógnita: que el juvenil Gaspar otorgue muchas alegrías futuras en Almería y que por su parte, el coreano Kiu demuestre porque debería tener más galones tras su cesión el año pasado al Avilés.
De un filial a otro, el Real Jaén espera recomponerse de la derrota de pasada jornada aprovechando las dudas almerienses. Todavía no es tiempo para preocuparse, es el momento en que los engranajes se vayan ajustando. Y desde Almería lo contemplan sabiendo además que este año el escalón se ha reducido en un peldaño y convencidos, porque lo han visto con sus propios ojos, que el esfuerzo al final da su recompensa.