Alejandro Copete // @Ale_Copete
Mejor no puede llegar al enfrentamiento contra el filial verdiblanco el Real Jaén. Como se dice, así se las ponían a Fernando VII. Tras un inicio de temporada pésimo, el Betis B sólo cosecha tres puntos de 18 posibles y esta victoria fue muy sufrida donde consiuió anotar 4 de los 5 goles que lleva en total, frente a los diez encajados. No se respira buen ambiente en la Ciudad Deportiva dedicada a “Sette Pulmoni” Luis del Sol, donde los problemas deportivos se mezclan con los problemas institucionales.
Al entrenador, el linense Juan Merino, parece que se le puede acabar el crédito que consiguió el año pasado con la permanencia holgada del filial y con su intachable labor en el primer equipo como míster de transición hasta la llegada de Pepe Mel, ya que obtuvo un 12 de 12 y ningún gol encajado que hizo que muchos se plantearan su continuidad pese a que la vuelta del madrileño era un secreto a voces. En esos cuatro partidos mostró Merino lo que hacía en el filial: juego poco vistoso pero con mucho carácter y sufrimiento donde primaba la defensa al ataque. Algo que en la parroquia verdiblanca, que agradece la magia e incluso a veces parece que la prefiere a los resultados, era algo imperdonable que levantó muchas iras pese al buen puesto final conseguido por el Betis B a final de temporada. La irregularidad era un síntoma de los verdiblancos que aún no han dado con la clave este año pese al intento de buscar alternativas más ofensivas en el juego que de momento no están funcionando.
La planificación parece que no ha sido la adecuada. Aunque en su mayor parte el bloque conjuntado sigue, se ha cambiado la experiencia de jugadores como Álvaro González o Isaac por la juventud ya sea procedente de fuera, como el canario Rayco o el ex jiennense De La Calzada (que no ha disfrutado de minutos todavía); como de las categorías juveniles, encarnadas en las figuras de los mediocampistas Toni y Julio, exponentes de una filosofía de mirar de puertas hacia adentro. Como es normal en un filial, los que destacaron el año pasado se encuentran bien en el primer equipo (Varela) o bien cedidos en un nivel superior (Caro y Alex Alegría). Más difícil de entender han sido varias decisiones de la Secretaría Técnica, siendo la más destacada la ausencia de Fabián que finalmente no se inscribió con el filial pese a su dura competencia en el Betis; así como la de Marco Rosa, uno de los fijos la temporada pasada y que no ha sido inscrito por, dicen los rumores, desavenencias con los técnicos por temas de representantes. Rumores que salpicaron a Merino y a Capi, segundo entrenador, y que tuvieron que despejar en rueda de prensa. Por otro lado, uno de los fichajes exóticos de este año, Beka, no puede jugar por temas de pasaporte. Muchos problemas añadidos a una losa que empieza a amenazar con la Tercera División.
Por lesión son bajas Loren, el llamado a meter los goles que hacía Alegría, Omar y Sergio Navarro. Dudas para un equipo que cambia mucho de once titular y prueba con jugadores en puestos diferentes a los suyos en busca de la clave que les haga funcionar. La exigencia empieza a notarse en una afición que no se contenta con poco y que ya está pidiendo que si la derrota vuelve a repetirse en este fin de semana, las cabezas comiencen a rodar.