Segunda derrota de la temporada para Jaén Rugby y ante el mismo rival, el Club de Rugby Málaga.
Se jugaban mucho los de Lorenzo Mollinedo, era el todo o el nada por el primer puesto y una vez más los malagueños les ganaron la partida tácticamente sobre el papel.
Algo hacía pensar que sería diferente, pero el guión y la película volvieron a ser los mismos.
El partido empezó con un intercambio de ataques convertidos en varias situaciones de peligro para sendos conjuntos. Las fases estáticas eran muy disputadas por ambos equipos, sobre todo Málaga que no daba por perdido ningún ruck, mientras Jaén se mantenía precavido para no recibir golpes de castigo en contra. Los dos equipos se respetaban y eso se notaba en el campo donde nadie quería arriesgar. Finalmente, tras una jugada ensayada, David Lafuente hacia el primer ensayo del partido sobre el minuto 20 sin convertir, 5-0.
Málaga respondió con toda la carne en el asador y tras varias fases se plantaba en veintidós contraria para mediante trabajo de pick and go ensayar cerca de palos, 5-7. Jaén tomó las riendas durante los siguientes minutos mediante destellos aislados de varios de sus jugadores pero no llegaron a nada. Málaga estaba defendiendo bien y sólo tuvo que esperar los fallos del rival para meterse otra vez en campo contrario. Fue un juego de libro, agrupar gente en los rucks y jugar con la delantera para dejar los espacios en el abierto. Málaga había tendido la caña y Jaén Rugby picó el anzuelo. El siguiente ensayo se dio en situación de tres contra uno en el ala y ensayo muy fácil, 5-12.
Fue a partir de ahí, presentándose antiguos fantasmas, cuando comenzó el declive de los locales. Al Jaén Rugby no le quedó otra alternativa que defender, y digo otra alternativa porque literalmente no tenían otra opción. Se tomaban decisiones sin criterio y se regalaban balones al contrario dentro de la zona de 22. En uno de esos balones regalados llegó el tercer ensayo para Málaga, 5-19. Y así fue como se llegó al final de los 40 minutos.
La grada esperaba que Jaén Rugby respondiera en la segunda parte con otra moral, otro juego, pero se empezó aún peor. Nada más comenzar, los locales recibían el castigo del cuarto ensayo con la misma jugada una y otra vez, juego de delantera aglutinando jugadores en los rucks y abriendo en superioridad al banderín contrario. Los verdes no se lo creían, y tampoco las gradas que a pesar del excesivo resultado en contra siguieron animando hasta el final.
Esta vez no hubo remontada, ni jugadas mágicas, ni minutos de gloria, ni para el equipo ni para ningún jugador. El partido quedó estancado durante los siguientes compases. Entre errores a la salida del la melé y los innumerables golpes en contra que recibía el equipo casi no se pisó campo rival. Ya en una jugada aislada, Eduardo Liébanas robaba una touche y hacía metros para su equipo que volvía al ataque. Miguel Ortiz tiraba de piernas para colarse entre la defensa malacitana y por un momento parecía que todo cambiaría. Jesús Niño sacaba rápido un golpe de castigo y brindaba a Chiske el segundo ensayo local, 10-26. Parecieron retornar la actitud y las ganas pero el golpe había sido duro y se hacía difícil recuperar el ritmo con tantísimas decisiones arbitrales nefastas en contra. Fernando Pulido veía una rigurosa amarilla en una disputa de balón en el aire y el equipo volvía a recibir otro ensayo, 10-33.
Los jugadores que tenían que tomar las riendas no aparecieron y no sólo eso sino que fallaron en diferentes situaciones en las que no están acostumbrados a fallar. Faltó comunicación entre número 8 y medio de melé y por ende el balón no llegaba al 10. En defensa se cometieron varios errores garrafales sobre todo del número 13 Teruel que sorprendentemente dejó escapar en dos ocasiones a su homólogo, una de ellas terminaba en el quinto ensayo malagueño.
El partido terminaría con otro (sí, otro) golpe de castigo en contra, 10-36 y final.
Fue durísimo el golpe para la moral del equipo que veía como a pesar de lo trabajado durante la temporada no fue capaz de ponerlo en práctica. Desde fuera somos conscientes de que el equipo es capaz de hacerlo mejor porque se ha visto en Las Lagunillas durante esta campaña y a pesar del mal trago sabemos que recuperarán los ánimos.
Jaén Rugby descansará durante esta semana con un solo entrenamiento el jueves debido al parón por el puente y volverá a la actividad normal la semana que viene, donde enfrentará al CDU Granada B en Fuentenueva el sábado 12 a las 16:00 horas.