Jaén Rugby disputaba la séptima jornada frente al CDU Granada B, en un duelo importante para el quince verde, que tenían la obligación de mantener la segunda plaza al haber Marbella conseguido su punto bonus.
Fuentenueva, Granada, el escenario elegido para el primer partido tras el parón por el puente de la Constitución. Tras la pasada derrota frente a Málaga, el equipo jiennense ve ya casi imposible el primer puesto de la clasificación y su trabajo se centra en mantener la segunda plaza. CDU Granada B se encuentra en horas bajas al haber perdido su partido frente a un rival directo como era el URA-CR Costa Almería y a la vez, afectado indirectamente por la trayectoria de su primer equipo.
Jaén Rugby sufría alguna baja importante en delantera como Eduardo Liébanas y Juan Ramón Crespo que compensaba con la vuelta de Jesús Medina al quince titular. En cuanto a la tres cuartos, Jorge Toledano también volvía a la posición de medio de apertura tras una larga temporada en el “dique seco” por una rotura fibrilar. Javier Montoro sustituía a Gonzalo López que causaba baja por enfermedad y David Lafuente hacía de zaguero por la lesión de David Navas.
El partido poco tiene de lo que hablar, fue un poco insípido y en algunas partes hasta aburrido para la grada. Los momentos más intensos fueron los primeros 20 minutos donde Granada plantó cara y Jaén se dispersaba en jugadas sin peligro. Los fallos de manejo de balón fueron los protagonistas y por tanto las melés lideraron los primeros compases. La primera línea jiennense obtuvo resistencia sólo al principio, una vez agotados el paquete de delanteros local, la melé fue coser y cantar.
Javier Montoro abriría la lata tras una buena combinación con Jorge Toledano y gracias a ello el equipo se mostró más tranquilo. Se vieron destellos en ciertas jugadas y cuando el conjunto se ordenaba en cada fase llegaban los puntos. Jesús Niño y Joaquín Moyar harían las siguientes marcas todas ellas convertidas, 0-21. Antes de finalizar la primera parte, Miguel Ortiz (capitán) haría el bonus, 0-26.
El segundo tiempo trajo de la mano una serie de desdichas y desencuentros con el juego que en ciertas partes hasta dañó la imagen del propio equipo como tal. Es un caso que se suele dar en el rugby, momentos en los que el partido se ve ganado y cada uno quiere su ensayo, su momento de gloria, sin pensar en lo que se tiene que trabajar y en la cara que se quiere mostrar. Llegaron las individualidades y las jugadas fueron poco menos que inexplicables.
Fernando Pulido conseguiría un costoso ensayo (0-32) que fue el punto de inflexión. El entrenador llamaba a los suyos en la banda y la propia arenga sirvió para entender la situación y consolidar el juego hasta el momento disparatado.
Los últimos compases del partido sí es cierto que dejaron muy buen sabor de boca. Al fin se conseguía enlazar fase tras fase con muy pocos errores y fue entonces donde se puede decir que Jaén Rugby tuvo el control claro. Pulido vería la cara y la cruz de una misma moneda en menos de dos minutos, volvía a ensayar y casi al poco del saque de centro del rival, veía la amarilla. Jaén tenía que recomponer su línea con los recién salidos y la delantera tenía que esforzarse el doble. Rodrigo Santías conseguía el siguiente ensayo y Jesús Niño cerraría la lata, 0-52 resultado final.
La clasificación se coloca de la siguiente forma: Málaga consolida su liderato en solitario, a diez puntos por debajo se encuentra Jaén Rugby seguido muy de cerca por Marbella (a un punto), que presumiblemente se jugarán esta segunda plaza hasta el final de la liga.
El equipo enfrentará al CR Miguelturra (último clasificado) este sábado antes del parón navideño con la obligación de ganar. Desde aquí le deseamos toda la suerte posible.