Alejandro Copete // @Ale_Copete
En la película del genial Buñuel ‘El ángel exterminador’, unos ricos burgueses de la ciudad de México D.F son invitados a una cena en una lujosa mansión y descubren que no pueden salir de la habitación donde transcurre el filme por una razón misteriosa totalmente desconocida, aunque aparentemente no hay nada que se los impida. Parece que el Cádiz CF es un invitado más a esa cena que tiene lugar año tras año en la Segunda División B de nuestro fútbol.
En los últimos 5 años el equipo amarillo ha naufragado en los Play-Offs de Ascenso cuatro veces, la última muriendo en la orilla del río Nervión en Bilbao. Da igual que campeone en la tabla o sea el último en conseguir el billete, parece que el destino sigue siendo no salir del pozo. Y para un club con la dimensión económica, histórica y social que tiene el club gaditano, eso significa una lista de fracasos absolutos. Pasan los entrenadores, los jugadores y los directivos, pero el Cádiz no abandona la categoría de bronce. Como en todos estos años no se pusieron pegas a la hora de fichar a los jugadores más destacados posibles del grupo como Andrés Sánchez y Salvi; e incluso jugadores que venían de la mayor élite como Abel Gómez, Mantecón y el mediático Guiza. Pero el equipo no se muestra tan fuerte como se presupone.
Pese al enésimo chasco en los Play-Offs, Claudio Barragán siguió al frente de la nave gaditana pero sigue igual de discutido que entonces medio año después. El Cádiz CF ha mostrado ser un equipo irregular sin un estilo de juego definido, donde no da la cara ante los rivales más fuertes (1 punto de 9 posibles en los enfrentamientos contra los tres primeros de la tabla) y que muestra muchas debilidades sobre todo a partir de la medular hacia adelante. Es la línea más discutida del equipo, que incluso ha tenido que reforzarse con David Sánchez y Jandro, dos veteranos más a un grupo bastante elevado de edad y que puede que el físico no le llegue para lo larga que es la Segunda B. Ambos no podrán jugar frente al Real Jaén que está a tres puntos de seguir poniendo en más aprietos a la entidad gaditana. Esto es un mensaje claro: la planificación no ha sido buena y ya hay jugadores señalados por bajo rendimiento que pueden abandonar el barco como Wilson Cuero o el ex capitán jiennense Fran Machado.
Pese a estar en cuarta posición con tan solamente dos derrotas, las impresiones cuando estamos a punto de llegar a la segunda vuelta no son las mejores para un equipo que siempre aspira a ser campeón de grupo y ascender fácilmente. Tienen calidad, obviamente, pero muestran poca capacidad de desborde y mucha lentitud en las fases ofensivas del juego. Muchos temen otro año sin ascender que significaría para muchos que la espada de Damocles siga sobre su cabeza. El más destacado el presidente Vizcaíno, que con sus malas relaciones con Quique Pina hace que la inestabilidad sea otra señal más del Cádiz CF de los últimos años. Ya él tampoco le gusta ver su nombre en la lista de culpables.
El 2016 llegará al Ramón de Carranza con un buen partido que puede ser clave para muchos dentro del equipo de la Tacita de Plata. Vivos en Copa por la chirigotada del Real Madrid, saben que donde tienen que mostrarse superiores es frente a los suyos para que esta vez el barco llegue a puerto y no se quede de nuevo perdido en el mar oscuro e insondable de esta categoría maldita para algunos que, pese a los buenos deseos y esfuerzos, se niegan a abandonar.