Alejandro Copete // @Ale_Copete
La UD Melilla se aferra a la vida con una buena racha de resultados (7 partidos seguidos sin perder) que le permiten vivir fuera del descenso pero siguen arrastrando el hándicap de la pobre e irregular temporada que están cosechando los norteafricanos, teniendo la quema a solamente dos puntos. Todo apunta a que sufrirán hasta el final para seguir siendo uno de los clásicos del grupo IV de la Segunda B.
La destitución de Currás y la llegada del veteranísimo y experimentado José Carlos Granero, que volvía a nuestro fútbol, trajo además una revolución en el estilo de juego y en la mentalidad de unos hombres deprimidos que encima sufrieron la baja de David Sánchez, ahora en el Cádiz; que era prácticamente el único timón al que agarrarse durante la tormenta. Los melillenses son ahora más que nunca un equipo muy duro y sacrificado en defensa con una zaga formada por tres centrales con un Nando de la Rosa que espera llegar al domingo pese a sus molestias. Cuando llegó el míster valenciano, los azulinos habían sumado 16 puntos en 18 jornadas. Ahora llevan 40. Los buenos resultados están permitiendo respirar un poco a una Directiva que se encuentra en fase de convocatoria de elecciones y con muchas sombras económicas en su gestión que por momentos llegó a deber nóminas a sus jugadores.
Gascón, con 8 dianas, parece haberse reencontrado con el olfato goleador siendo el que le dio la victoria a su equipo frente al Jumilla. Parece claro que Granero seguirá apostando por Nacho Aznar y David Álvarez para acompañarle en la ofensiva del U.D Melilla. Los fichajes en invierno han sumado muchos minutos y contribuido a la mejora del juego, como el mediocentro africano Diakité procedente del Guadalajara y el delantero del Huracán Cubillas. Sigue siendo de lo más destacado del conjunto norteafricano el guardameta Dani Barrios, toda una garantía que ahora juega más tranquilo desde que su defensa ha mejorado números.
Todavía no hay nada asegurado y la lucha será dura hasta el final. El Real Jaén cruzará el mar para llegar al municipal Álvarez Claro que celebrará que se cumplen 100 años de la federación de fútbol melillense con una idea clara en la cabeza: seguir siendo ese incómodo anfitrión, seguir siendo el representante de este deporte en otro continente, seguir obligando al resto de equipos a coger anualmente un avión o un barco para jugar al fútbol. En definitiva, seguir siendo la U.D Melilla.