Juan Toral // @juatorsan
El buen tiempo parece llamarnos a salir a la calle. Los días tienen más hora de luz, disponemos de más tiempo libre e incluso (las/os más afortunadas/os) de vacaciones. El running se ha convertido en un aliciente que ha ido ganando adeptos por lo que el verano parece un reclamo perfecto para correr, hacer kilómetros y sumar experiencias.
Los consejos que a continuación se muestran no son exclusivos con correr sino que pueden aplicarse a la realización de cualquier otro ejercicio donde estemos expuestos a temperaturas elevadas.
Pero cuidado, antes de correr en verano tenemos que tener en cuenta una serie de riesgos que conlleva ya que el calor puede convertirse en un peligroso factor que no podemos pasar por alto.
A continuación comentaremos las cosas que tenemos que saber para no llevarnos sustos con el calor.
– Aclimata tu entrenamiento al calor: tenemos que ir adaptando nuestro cuerpo poco a poco al calor. Por lo tanto no podemos ir a un sitio donde Celsius es protagonista por sus altas cifras y hacer una tirada larga. Lo que tenemos que hacer es poco a poco ir aumentando el entrenamiento para que de esa manera nuestro cuerpo pueda ir adaptándose a los factores externos.
– Busca lugares con sombra: arboledas, jardines, parques y zonas con bastantes sombras deben ser el circuito que el/la runner debe buscar para prevenir la caída directa del sol
– Elije el mejor momento del día para salir a correr: lo ideal es salir a correr a primera hora de la mañana o tras el atardecer ya que es cuando menos calor hará
– Realiza calentamientos más cortos: con calor el cuerpo y nuestros músculos se calientan antes por lo que tenemos que condicionar esto al calentamiento previo.
– Evita entrenamientos largos: tenemos que ser más prudentes que en invierno y hacer entrenamientos más cortos para evitar el riesgo de complicaciones como la deshidratación o el golpe de calor.
– Escucha a tu cuerpo: las sensaciones son muy importantes por lo que debemos escuchar a nuestro cuerpo que siempre nos suele dar señales de fatiga. Si el día no es propicio y hay que parar, mejor detenerse que forzar y lamentar.
– Pon atención a la ropa: con calor tenemos que decantarnos por ropa amplia y que transpire el sudor y se pueda facilitar así la evaporación del calor. También es muy recomendable el uso de una gorra que nos proteja del sol y favorezca la transpiración por la cabeza por donde nuestro cuerpo baja parte de la temperatura corporal.
– Aclimata tu cuerpo: para evitar salir directamente y enfrentarnos a las altas temperaturas una buena opción sería ducharnos antes con agua tibia. Durante el entrenamiento tenemos que humedecer nuestro cuerpo y mojarnos el pelo para bajar nuestra temperatura corporal
– Hidrátate: es una de las claves. Beber es importante sea la época que sea del año pero es de vital importancia en verano. Hay que beber mucho agua antes, durante y después de correr. No hay que esperar a tener sed para hidratarse. Tenemos que ir bebiendo líquido en pequeños tragos cada 10-15 minutos. La sensación de sed es una señal de que nuestro cuerpo ya ha perdido cerca del 1% de sus reservas hídricas lo que equivale a una pérdida del 10% de nuestra capacidad física. Así que tienes que adelantarte a la sed.
– Cuida también la reposición de electrolitos: con el sudor no solo perdemos agua, también sales minerales por lo que cuando corremos también tenemos que reponer estos electrolitos. Las bebidas isotónicas son una buena opción
– Protege tu cuerpo: no solo en la playa y en la piscina tenemos que cuidar nuestra piel con protección solar. El sol siempre hace su acción así que tenemos que proteger la parte de nuestro cuerpo que queda expuesto: cara, brazos, piernas, cuello con cremas solares. Tampoco tenemos que pasar por alto el cuidado de nuestros ojos por lo que se aconseja usar gafas de sol para evitar a la larga dolores de cabeza y alteraciones visuales
– Cuidado con el golpe de calor: ante cualquier síntoma tenemos que parar ya que tener un cansancio excesivo, vértigos, nauseas, calambres, desorientación…pueden ser los primeros síntomas de un golpe de calor inminente que es una patología muy grave que puede poner en riesgo la vida de las personas
– Cuidado con el corte de digestión: se desaconseja una ducha fría nada más terminar ya que nuestro cuerpo puede colapsarse y producirse el famoso corte de digestión. La temperatura de nuestro cuerpo tiene que bajar poco a poco