@Alejandro Copete // @Ale_Copete
Se las prometían felices este verano en Mérida. La llegada de Campos al banquillo con un buen currículo en el grupo IV y una plantilla totalmente nueva llena de nombres importantes que venían de equipos ascendidos a segunda como Hugo Rodríguez, Miguel Marín y Romero; ilusionaron a todos. Los periódicos locales hablaban del A.D Mérida como una de las mejores plantillas de la Segunda B y todos aseguraban que el equipo estaba hecho para ascender. Pero esto es fútbol. No es un videojuego ni los partidos se ganan sin bajarse del autobús, como decía Helenio Herrera. Esto es la vida real y les acaba de golpear en la cara al conjunto romano desde lo más hondo de la tabla.
La derrota contra el Marbella, tercera consecutiva, fue definitiva para José Miguel Campos, que fue destituido dejando al equipo extremeño en penúltima posición con 4 puntos en 7 jornadas, siendo el segundo equipo más goleado del grupo y uno de los que menos anota. Cayó el eslabón más débil de un equipo de fútbol y los rumores apuntan a que el director deportivo Bernardo Plaza (que ocupará de manera provisional el banquillo frente al Real Jaén) y el míster cesado no tenían la mejor de las relaciones posibles. El que venga tendrá que lidiar con un ambiente enrarecido, con la afición crispada por las expectativas creadas que no se están cumpliendo y con la difícil labor de hacer funcionar ya a un equipo con hasta 18 caras nuevas. Si la vida real tuviera botón de “reiniciar partida”, ya lo habrían pulsado desde hace mucho tiempo.
Antes de su destitución, Campos se vio obligado a cambiar su estilo de juego en busca de los puntos y el resultadismo, siendo el ejemplo más claro el que no repetió once inicial en ningún encuentro. Y a punto estuvo de salirle bien la jugada, pero los goles en contra y las derrotas ocultaron por completo esas ligeras sensaciones de mejoría. Con la incertidumbre que siempre trae un cambio de capitán en el banquillo, es la hora del golpe de efecto de los que se baten en el césped. Uno de los dos hombres que siguen con respecto al año pasado, Javi Chino, es un fijo en la línea medular mientras que la pareja de centrales Aguza-Ayoze busca consolidarse y dejar de ser un coladero. El extremo gaditano Hugo Rodríguez estará entre algodones para jugar frente a los lagartos, siendo quizás la referencia más clara del ataque romano. También está en duda la participación este domingo de Borja.
Dicen que a rio revuelto, ganancia de pescadores. Pero el partido de la semana pasada ante La Roda nos demuestra que nunca hay que confiarse ni guiarse por lo que parece antes de que se jueguen los 90 minutos. Eso le ha pasado a la A.D Mérida en verano y han tenido que resignarse de momento a bajar al fango mientras soñaban con ser eternos.