Virgilio Moreno // @virgiliomoreno
Es tarde, cae la noche. En La Juventud ha terminado el entrenamiento del miércoles. Miembros de la directiva del Atlético Mancha Real me invitan a pasar al vestuario para encontrarme con mi protagonista. Ahora entiendo porque lo llaman el santuario. Airam Benito Viera (Santa Cruz de Tenerife – 1989) se santigua cada vez que entra o sale del mismo, como si de una iglesia o templo sagrado se tratase. En el interior, los futbolistas pasan del Real Madrid-Borussia de Champions y apuran sus horas libres con el fisioterapeuta del equipo, Nacho Molino, al que Pedro Corral le vacila regalándole el título de “mejor fisio del Mancha Real”. Evidente, solo tienen uno. Cervera, en otra camilla, recupera sus músculos después de un duro día recogiendo aceituna. Es la vida de un equipo modesto en el que nadie se esperaba que brillara un canario al que el fútbol parece estar devolviendo todo lo que otras temporadas le arrebató.
Virgilio Moreno.- Airam, buenas noches, ¿cómo va la semana? ¿Lo del fisio no es nada, no?
Airam Benito.- Ya uno lleva un cúmulo de partidos y bueno, lo del fisio es anecdótico. Se necesita algo de ayuda para llegar bien al tramo final de semana porque ésta es una semana importante, quedan dos para irnos de vacaciones y hay que intentar dejar al Mancha Real lo más arriba posible en esta primera vuelta que creo que por ahora está más que aprobada.
V.M.- Quiero conocer al Airam persona, ¿dónde nació?, ¿cómo fue su infancia?
A.B.- Soy canario, de Tenerife. Futbolísticamente jugué 11 años en las inferiores del Tenerife y luego salí a Andalucía, al Ronda, que en aquella época andaba bastante bien. Después por circunstancias se me trunca un fichaje al Málaga B, cuando llega Al-Thani y ficha a un director de cantera que no quiere mi contrato y opta por otros futbolistas. Me tengo que ir a Tenerife, juego dos años y me devuelve a Andalucía el entrenador que me quería en el Málaga B, Jaime Molina, para jugar en el Marbella. Allí me da la oportunidad y ascendemos de Tercera a Segunda B.
V.M.- ¿Qué tiene Canarias para dar tantos futbolistas de alto nivel?
A.B.- Dicen que en el País Vasco todos salen fuertes, altos y poderosos por el juego aéreo. Sin embargo, en Canarias es verdad que los futbolistas se caracterizan por ser jugones, por tener calidad, por el trato de balón. Imagino que será porque nos criamos en la calle jugando al fútbol con los amigos o en el colegio.
V.M.- Airam, la última vez que te enfrentaste con algo que oliera a tu último equipo (el entrenador del Real Murcia era su entrenador el año pasado en el Lorca) te saliste, seguro que tienes un muy buen recuerdo. Ahora viene precisamente el Lorca…
A.B.- Bueno, soy de esos jugadores que contra sus ex equipos siempre le pasa algo. Es verdad que siempre en el Granadilla cuando me enfrentaba al Tenerife hacía goles. Este año al Marbella aquí le hice gol y al Murcia, ante mi ex entrenador, le hice dos goles. Es anecdótico pero si que es verdad que en estas citas especiales con el pasado siempre marco, siempre me pasa algo bueno.
V.M.- Y ahora vas a Lorca…
A.B.- Fue un año pasado complicado, jugué casi la mitad de los partidos, nunca terminé de ser importante para el entrenador, aunque tuve rachas que si, pero demasiadas que no. Muchos partidos no tuve el protagonismo que quizás yo pensaba que me merecía. Lorca es una buena ciudad, he dejado muchos compañeros y amigos. Es un plus de motivación pero siempre voy pensando en el club y quitando lo personal, tenemos que sumar.
V.M.- Pensando en el club, en el Mancha Real, ¿se te pasa la cabeza cambiar de equipo en invierno? Ya estos días se están escuchando muchos rumores.
A.B.- Lo que realmente siento en este momento es que estoy centrado cien por cien en el Mancha Real. Es verdad que todo eso te despista, y quieras o no entre los rumores, llamadas y muchas boberías, te puedes despistar del día a día. Pero bueno, yo en particular, no se otros, lo se llevar bien y se separarlo y diferenciar cuando tengo que ponerme a entrenar y centrarme al 100 por 100 en el Mancha Real, aunque después salga y uno tenga conversaciones. Asuntos que creo que son normales debido al buen estado de forma por el que uno atraviesa que en el fondo es siempre gracias al equipo. Entonces, pues es verdad que yo quiero quedarme porque ahora mismo soy 100 por 100 futbolista del Atlético Mancha Real. Si viene algo que sea bastante bueno… pues pasará como todo en la vida, a uno le gustaría que le pasasen cosas buenas y si van cogidas de la mano es cuestión de sentarse. Eso sí, la única realidad ahora mismo es que no hay nada al 100 por 100, que hay rumores, pero mi realidad está aquí que estoy muy contento.
V.M.- Contento y metido. ¿Por qué se está viendo un Airam tan implicado?
A.B.- Es verdad que los goles me están dando mucho eco, me están ayudando. La temporada que más goles había hecho conseguí 6, ahora llevo 11 y eso ayuda. Y estoy comprometido y estoy bien porque aparte hemos dado con un vestuario sano, tenemos un entrenador que fue el que apostó por mi y yo sentía que tenía que devolverle esa confianza que por ejemplo el año pasado al 100 por 100 no tuve con mi anterior entrenador. Él utilizaba dos mediocentros muy diferentes a mis características, quería dos medios posicionales porque los bandas, punta y mediapunta se descolgaban mucho y yo sentía que esa función no era la mía. Yo creía que con tanta jugada en la que podía acompañar si no lo hacía era una virtud que a mi me estaba quitando. Además, los años que más he rendido ha sido cuando he dado con entrenadores, como Juan Arsenal, que me dan libertad para al menos acompañar y llegar, mínimo, al borde del área. Por eso en este sistema me encuentro cómodo, por como juega el equipo, y ese puede ser uno de los secretos de que las cosas me estén yendo tan bien.
V.M.- Y el jugar sin presión, Airam, ¿es tan importante para que el futbolista esté cómodo cómo creemos?
A.B.- Sí. Yo en particular he dado con dos presidentes que creo que económicamente son de los más poderosos de España. El que tuve en el Marbella y el del año pasado en Lorca. Teníamos presión y por ejemplo a Jaime Molina lo destituyeron yendo sextos siendo recién ascendidos. Estaba acostumbrado a que si no ganábamos pasaba algo. Reuniones y reuniones. Ahora, aquí, he dado con un club de diferente rol. Perdemos cinco partidos seguidos y los directivos en la reunión nos dicen que este año es para disfrutar, que la ilusión la tienen porque se quieren quedar, que somos el orgullo del pueblo. Al fin y al cabo es otra manera de hacer las cosas y está claro que cuando ganas te alegras el doble por la gente así de sana, transparente contigo. Te alegras porque ganas tú pero encima el pueblo está agradecido. No es lo mismo ganar en Lorca, que suponía 300 euros por partido ganado de prima para cada futbolista y luego mirabas a la grada e iban 500 personas. Además, por la calle nadie era del Lorca, todos del Murcia, y además pocos comprometidos. Aquí, sin embargo, fuimos en la primera jornada a Granada y había mucha gente. La gente agradecida, buenas personas, eso suma, te alegras con los pequeños detalles.
V.M.- En definitiva, el fútbol unas veces te quita y otras te da…
A.B.- Sí. Ya te digo que el año pasado fue un año complicado. Yo sabía que el año siguiente fichara donde fichase me iba a ir bien. Es verdad que con los goles ha sido un plus que no esperaba pero sabía que futbolísticamente me iba a ir bien.
V.M.- En eso también tendrá que ver el público de la Juventud. ¿Qué siente Airam cuando el público anima?
A.B.- Es un orgullo, una pasada. Siempre pienso que es una pena que mi familia no pueda ver como por ejemplo la afición se pone tan contenta con los méritos de uno propio. Cuando marco siento alegría y nostalgia a la vez porque pienso en lo que se está perdiendo mi familia. Están siempre tan pendientes, que que mejor que cuando viene una cosa buena compartirla con ellos. Por eso relaciono a la afición del Atlético Mancha Real con mi familia.
V.M.- ¿Qué te parece la plantilla? ¿El equipo se salva?
A.B.- Sí, porque el secreto lo tenemos aquí, en el vestuario. Nos llevamos bastante bien y además yo soy partidario de lo que han hecho aquí, ascender y dejar parte de esos futbolistas del año pasado. En ese sentido el Mancha Real lo ha hecho perfecto. En cuanto a nivel, sí que es verdad que he estado en equipos con más nombre, pero con menos ilusión. Aquí hay jugadores que quieren ser y otras veces he compartido vestuario con jugadores que ya han sido. Entonces la diferencia es esa. Eso y que nos llevamos bien, que somos una piña y que en las malas, los lunes aquí, todos hemos estado jodidos, nadie parecía indiferente. Todo eso se tiene que transmitir a bien.
V.M.- Airam, ¿te sientes un privilegiado por ser futbolista?
A.B.- Claro, porque se cual es la realidad de la vida hoy en día. Sin ir más lejos mi padre trabaja de taxista en Santa Cruz de Tenerife, ciudad en la que ahora han puesto un tranvía. Le han quitado mucho trabajo y para ganar 50 euros tiene lo mismo que trabajar dos días. Entonces, el lado opuesto es el del futbolista. Por ejemplo, he estado estos días de descanso en Madrid y me he podido quedar en un hotel, un lujo. ·Es una realidad que uno o intenta aprovechar el tirón para prolongarlo lo máximo posible o dentro de poco nos tenemos que tropezar con la vida, con la realidad. Me siento muy privilegiado porque encima podemos, a pesar de lo insignificantes que somos en el mundo, hacer felices a mucha gente. Todavía me acuerdo cuando fuimos al hospital a ver al niño que se cayó en el Estadio La Victoria. Cuando nos vio se le rallaban los ojos, la madre se nos puso a llorar. Son boberías pero al final dices si el fútbol te da tantas alegrías no podemos dejarlo de lado, tenemos que prolongarlo lo máximo posible y eso es lo que yo al menos intento hacer.
V.M.- Airam, nos tenemos que ir, ¿’papas arrugás’ con mojo o aceitunas de Jaén?.
A.B.- Papas con mojo, con mucha diferencia. Eso sí que lo echo de menos. Aquí no como porque como las de la madre….Hace poco en un bar de aquí hicieron, en La Palmera, me llamaron y la verdad estaban muy buenas.