El francés de FDJ sorprendió casi sobre la línea de meta a un Alberto Contador que parecía haber obtenido ventaja en la dura subida a la Peña del Águila. El puerto jienense se reveló como un escenario proclive para el espectáculo ciclista
Diego M. Díaz Salado // @dmdiazsalado
El horizonte color espinaca, un denso mar de olivos y un risco. De entrada, carretera estrecha. Rampas cortas, aunque empinadas. Hombres doblados sobre su vertical, ruedas delanteras que serpentean y asfalto rugoso que se bebe su sudor a borbotones. Sin llegar a porcentajes de vértigo ni gozar de un kilometraje liquidador, la Peña del Águila ha tenido una presentación sublime. Semioculta en el paisaje jienense, esta cuesta de pueblo que hasta hace tres ratos era un camino sin asfaltar ha sometido al máximo a todo un pelotón profesional plagado de estrellas de esto de dar pedales. A saber, los Valverde, Contador, Landa, Nieve, Poels, Izagirre o Pinot tendrán mucho que decir del promontorio que nace en Mancha Real. Especialmente el francés, que inesperadamente y tras burlar la vigilancia del resto de gallos, se presentó en la meta para sorpresa de quiénes allí aguardaban a Contador brazos en alto. Su primera victoria del año, y a la sazón, triunfo de postín ante parte de lo más granado de su gremio.
Con permiso del galo, realmente ha sido esta inédita Peña del Águila el gran protagonista de la considerada como etapa reina de la Ruta del Sol. Como ya se vaticinó en la posta inaugural de la Vuelta a Andalucía, la carrera derrocha emoción. Si entonces fue Monachil, El Purche y Granada las testigos de un ciclismo de muchos kilates, la segunda etapa de la edición 63 ha dado continuidad al espectáculo exhibido. Tras partir de Torredonjimeno, aguardaban 178 kilómetros y hasta cuatro puertos. Valle de Puerto Viejo, de primera; Siete pilillas, de segunda; Torres, de tercera y el referido Peña del Águila, también de primera, pero además, fin de una etapa con final en alto. La considerada como reina de la ronda andaluza.
Antonio Nibali (Bahrein), Meurisse (Wanty), Preidler (Sunweb), Grosschartner (CCC) y Wellens (Lotto Soudal) integraron casi desde el inicio la fuga del día, que ganaba terreno y tiempo al compás de los kilómetros. De los presentes, un nombre con mayúsculas, Tim Wellens, excepcional ciclista belga de nutrido palmarés y mejor futuro que mientras más duro se hacía el camino, más solo se quedaba al frente de la carrera, vigilado, eso sí, por un pelotón poco dispuesto a darle margen. La etapa, marcada en rojo por los candidatos al triunfo final debía dilucidarse entre los capos. El trabajo de Movistar, con la inestimable colaboración de Trek y Sky, fue clave para que a cinco de meta, recién empezado el puerto, el potente ciclista de Lotto Soudal fuera neutralizado.
El piso ya picaba. Porcentajes del 10 que no pocas veces rozaban el 15. Aunque a ratos suavizara, la dureza de la Peña del Águila reventó el grupo principal dejando en cabeza al grupo de elegidos. Y como ya hiciera en Monachil, Contador atacó. El ritmo saltarín y ágil del pinteño –y de su albina montura- hizo saltar por los aires la disputa. Primero Valverde, luego Landa. Nadie parecía seguirlo. Un rosario de líderes y equipiers intentaba, en vano, darle caza, pese a los abnegados riñonazos de Izagirre, consistente como siempre; o de Rosa, el joven italiano que tiraba de Landa. Ya entre las vallas de meta, a 500 metros de alzar los brazos en la primera subida profesional de este puerto humilde, desconocido pero resultón como el que más, una sombra clara y espigada se le echó encima. Pinot, al que los vaivenes de la carrera habían hecho perder de vista y que estaba, ni más ni menos, que cosido a la rueda del campeón español. Vista de rapaz la del joven francés para acercarse sigilosamente hasta Contador y acelerar en la recta de meta, consiguiendo la preciada presa: segunda etapa de la ronda, etapa rein. Pinot aventajó además en dos segundos a Contador, que a su vez, sacó cinco a Valverde e Izagirre. Acto seguido, tres Sky casi de la mano: Rosa, Landa y Poels. Los siete figuran en una general que no puede estar más apretada, 12 segundos entre el líder –ahora Contador- y Landa.
Entre los mortales, destacó de nuevo la actuación del jienense Javi Moreno, el mejor de los tres andaluces en liza. El tosiriano, especialmente motivado tras partir la carrera desde la propia puerta de su casa, finalizó en 12º posición, por delante de Urán, Nieve o Barguill, en teoría, ciclistas más fuertes en este terreno. Moreno está demostrando que el cambio de equipo le ha favorecido, respondiendo a la confianza que Bahrain Merida ha depositado en él. La tercera etapa, la crono corta que este viernes tendrá lugar en Lucena, le viene como anillo al dedo, ya sea para subir al top ten de la carrera o, quien sabe, para brillar en este parcial. Los restantes dos andaluces siguen también plantando cara al excelente nivel de la Ruta del Sur. El otro jienense presente, el joven neoprofesional José Díaz, finalizó 68º, una excelente posición a pesar del fuerte resfriado que padece. El ciclista de Israel Cycling Academy tiene un ilusionante futuro por delante, en el que podrá brillar de esperadas próximas subidas a este terreno que conoce como la palma de su mano. Jorge Cubero (Burgos BH), tercero de los andaluces, finalizó 89 en la etapa.
Este viernes se disputa la tercera de las cinco etapas de la Vuelta a Andalucía, y que tendrá además una resolución que podría tratarse de final para la clasificación general. La contrarreloj individual de 12 kilómetros por Lucena marcará distancias que aunque mínimas serán difíciles de mover, ya que en las dos últimas postas, en la etapa sevillana del sábado y en la que finaliza en Coín el domingo, la carrera es asequible de controlar. De esa forma lo aseveró Valverde en la meta de la Peña del Águila: “el que salga líder de la crono, ganará la Vuelta”.
FOTOGALERÍA, de Juande Ortiz, a su paso por Jaén capital: