Alejandro Copete // @Ale_Copete
13 jornadas seguidas siendo invencibles. Para encontrarnos con los registros de su última derrota tenemos que viajar atrás en el tiempo hasta noviembre de 2016. Desde entonces la U.D Melilla siempre ha sumado puntos, lo que le ha hecho entrar de lleno en la pelea por la cuarta plaza, de momento la única disponible para aquellos que perdieron el tren de los líderes (pero al que pueden reengancharse en un momento dado). Con solamente 4 encuentros donde cayeron derrotados, los azulinos son un muro donde se han chocado de frente hasta los equipos más punteros de la tabla.
Josu Uribe ha sido fiel a su estilo: defensa, defensa y defensa. Agresividad para no dejar jugar al fútbol y aprovechar cualquier transición rápida para anotar. Una cosa es jugar a este deporte de manera bonita y otra cosa es hacerlo bien, y eso no se le puede discutir a los africanos, los menos goleados (18) del grupo y casi de toda la Segunda B. Sin embargo esa increíble racha y forma de la zaga sabe a poco, ya que los melillenses no consiguen transformar de manera regular sus partidos en victorias. De esas 13 jornadas solamente en 5 han conseguido llevarse los 3 puntos y ahora es el nuevo rey del empate con 14 encuentros que acabaron con reparto de puntos. Ese poco porcentaje de victorias han hecho que aunque miran el play off con ilusión no hayan podido descolgarse del resto de equipos, teniendo al octavo, el Real Murcia, expectante a un fallo para igualar su situación de privilegio.
El colista lleva un gol más que la U.D Melilla, con lo que nos dice mucho de la efectividad de sus tantos. Hay un bloque en el césped bastante definido que está compuesto por el portero Dani Barrios, los centrales Mahanan y Sergio Sánchez y los centrocampistas Nando y Borja Prieto. La suerte de los africanos depende del estado de forma de esos jugadores. Ultimamente lleva apareciendo como titular el surcoreano Kiu y todo apunta que la referencia arriba volverá a ser Nacho Aznar. Pocos fichajes de invierno y para completar plantilla: el ariete David Agudo y el chicharrero Jairo, cuyo mejor arma es el desborde y el desequilibrio al rival. El dolor de cabeza será para Uribe, que tendrá a toda su plantilla disponible para el choque en Jaén.
En definitiva, una escuadra que sabe a lo que juega, que sabe lo que quiere tras un año anterior muy irregular y que por méritos propios es uno de los clásicos del Grupo IV. La tranquilidad se la han ganado, ahora buscar dar tres pasos de un salto en vez de dar un paso tras otro. Es más arriesgado, efectivamente, pero también más satisfactorio si se consigue.