El jienense vuelve a la corsa rosa con la intención de sacarse la espina del año pasado, donde una caída le obligó a abandonar en los primeros compases. Su objetivo no es otro que trabajar en favor de Nibali, actual ganador y uno de los dos grandes favoritos
Diego M. Díaz Salado // @dmdiazsalado
El Giro del Centenario echará a andar este viernes con 197 corredores en liza, entre los que estará el jienense Javi Moreno. El bravo ciclista tosiriano vuelve a la ronda transalpina para resarcirse con una carrera en la que tiene una espina clavada, la de la pasada edición, en la que partía como gregario de Alejandro Valverde, en Movistar, y que se vio obligado a abandonar en la séptima etapa, tras fracturarse la clavícula en una dura caída. El hoy corredor de Bahrain Merida llega a la primera carrera de tres semanas como baluarte de Vincenzo Nibali, vigente ganador de la prueba y peleará con el excompañero de Moreno, Nairo Quintana, por conseguir su tercera maglia rosa.
Moreno ha encaminado el inicio de su temporada debut en el nuevo equipo del emirato con el objetivo del Giro, en el que tendrá que convertirse en la sombra de Lo Squalo. Su fichaje por la escuadra de Copeland tenía por intenciones la de conseguir un gregario resistente y con experiencia para la pelea por un Giro de Italia que es la principal obsesión de Nibali y su equipo. De esta forma, la preparación ha estado enfocada llegar en el mejor momento de forma a este punto del calendario, como demostrara el líder Nibali con la victoria en la pasada edición del Tour de Croacia, carrera de nivel inferior pero con duras rampas en la que también participó Moreno, en una suerte de piedra de toque para afrontar el Giro.
Moreno partirá la ronda italiana con 21 días de competición en esta temporada, que tras un inicio fulgurante en el calendario nacional, con buenas actuaciones en Murcia y Andalucía –en la prueba andaluza finalizó en una meritorio top ten-, correr en Tirreno y en Croacia, con generales más discretas aunque en denodado esfuerzo en pro de su líder NIbali. Fueron estas dos últimas carreras las que compartió con el Tiburón de Messina, y en las que se notó que ya no gozaba de tanta libertad, y que habría de trabajar para lo que fue fichado: ser uno de los últimos hombres en el acompañamiento del capo del equipo. Antes de participar en Croacia, Moreno formó parte de una expedición que junto a Nibali realizó una dura concentración en el Teide, con la idea de armar el equipo que luchará en la carrera italiana y mejorar las prestaciones en montaña.
Moreno lucirá el dorsal número 5 de una edición muy especial que arrancará desde Cerdeña y que festeja su centenario. Alguer será el punto de partida de una carrera que cumple cien disputas desde que en 1909 iniciara su periplo. Hasta la meta de Milán, el domingo 28 de mayo, la ronda italiana desprenderá un singular magnetismo, ese que la convierte en uno de los puntos imprescindible de atención ciclista de la temporada. El recorrido destaca por perfiles montañosos y dos luchas contra el crono, ambas individuales, y además de los citados como principales favoritos destacan una pléyade de outsider dispuestos a pelear la victoria final: los holandeses Kruijswijk (LottoNL-Jumbo), Mollema (Trek-Segafredo) y Dumoulin (Sunweb); el ruso Zakarin (Katusha-Alpecin); el francés Pinot (FDJ) o la dupla del Sky, formada por el inglés Thomas y el español Landa. En un segundo escalón, especial atención a Yates (Orica), Van Garderen (BMC) o Jungels (Quick Step), por citar algunos ejemplos.
El tosiriano estará acompañado por otros 16 ciclistas patrios, que junto a él y al referido Landa suman la participación española a 18. Entre ellos destaca otro andaluz, el joven almeriense Cristian Rodríguez del procontinental italiano Willier Triestina. Pese a ser aún sub23, Rodríguez afronta su segunda participación en el Giro, que el año pasado finalizó en la posición 103, el 25 entre los jóvenes. Como en esa pasada edición, serán dos los andaluces que partan de la jornada inicial de un Giro que promete emoción a raudales.