Once del Vélez CF en el último encuentro de liga. Foto: Vélez CF.
Alejandro Copete // @Ale_Copete
El equipo malagueño, que este año cumple 95 años siendo de esta manera el decano del fútbol en dicha provincia, venía de una buena dinámica que se vio truncada ante el Antequera C.F. Los veleños habían conseguido sumar cinco partidos consecutivos sin conocer la derrota, lo que les ha permitido colocarse de momento en la zona alta de la tabla con 16 puntos y hacer olvidar un poco la mala temporada que cuajaron el año pasado, donde sufrieron mucho para obtener el premio de su decimosegundo año consecutivo en la Tercera División.
También ayuda a esa ilusión el haber convertido su casa en un fortín inexpugnable. Los cuatro partidos que han disputado en el estadio Vivar Téllez se han saldado con 4 victorias, habiendo pasado por allí gallitos como El Palo. Aunque queda en el debe de los malagueños el mejorar sus registros defensivos, ya que sus 14 goles en contra chocan mucho si se comparan con sus 16 a favor. Solamente en un partido dejaron su portería a cero.
El Vélez C.F tiene una plantilla corta donde destaca el número de regresos a la disciplina malagueña, ya sean los jugadores como el entrenador: Lucas Cazorla, con experiencia en la Segunda B. Jugadores como el guardameta Iván y el central Lasly son dos ejemplos de hijos pródigos. Dentro de las muchas caras nuevas también llama la atención la procedencia en su inmensa mayoría del fútbol provincial, como Juan Carlos o Diego García, ya sea de equipos con experiencia en la categoría como los paleños o de filiales y categorías inferiores. Un ex de El Palo, Joselillo, es una de las principales amenazadas del ataque veleño debido a su velocidad y explosividad, que se conjuntan con las de Popo, regresado tras su grave lesión y que sabe lo que es jugar en Segunda en las filas del Málaga CF.
Un partido jugado en un día y hora extraños debido a la festividad nacional y que servirá al Real Jaén para seguir poniendo a prueba su enésimo proyecto y ver si es capaz de rascar puntos en un feudo donde de momento nadie ha podido hacerlo.
