
El defensa jiennense del Real Oviedo, en la disputa de un balón. Foto: La Liga 1|2|3.
En el fútbol, hablar de titulares y suplentes en muchos equipos carece de sentido. Las constantes rotaciones a las que nos tienen acostumbrados los técnicos, el famoso reparto de minutos para tener a todos los jugadores ‘enchufados’, hace los onces varíen de una semana a otra. Pero en clave jiennense la Liga 1|2|3 cuenta con dos jugadores que se pueden considerar fijos y que, de hecho, son los dos únicos que han disfrutado de minutos en la 17ª jornada liguera.
No en vano, Javi Moyano y Juan Cámara vieron desde el banquillo como el Valladolid perdía ante el Numancia, en el caso del primero, y el Reus vencía al Barcelona B, el segundo. Ninguno de los dos disfrutó de minutos al igual que tampoco lo hizo Javi Jiménez, aunque en el caso del lateral fue debido a que el Osasuna-Nástic se suspendió por la intensa nevada que annegó El Sadar. De haberse jugado, eso sí, el jiennense no hubiera formado parte del once inicial según la confirmación de alineaciones antes de conocerse la suspensión del partido.
Así las cosas, el Oviedo de Anquela y Carlos Hernández venció al Lorca a domicilio y, con el central en el césped durante los 90 minutos, sigue escalando posiciones. En una defensa con tres centrales, el zaguero jiennense se encontró cómodo y solventó con acierto el trabajo que tuvo, siempre bien por alto y ágil con el balón en los pies, aportando su granito de arena para la consecución de tres puntos que sitúan al conjunto asturiano séptimo.
Una suerte en forma de victoria que compartió el otro jiennense con presencia en la categoría, Manu del Moral, que jugó la totalidad de minutos de un Valladolid-Numancia en el que el conjunto soriano logró una meritoria remontada. Y es que a pesar de que la escuadra pucelana se marchó al descanso con 2-0 en el marcador, Manu del Moral y los suyos supieron darle la vuelta al marcador hasta colocar un 2-3 que les vale para seguir en zona de ‘play off’ de ascenso. El ‘7’ no vio portería, pero su pesó en el equipo se volvió a hacer notar y fue un constante incordio para la defensa rival.