Alejandro Copete // @Ale_Copete
A falta de 7 jornadas (si no contamos el partido aplazado frente al Motril) de finalizar el campeonato del Grupo IX de la Tercera División, podemos decir que esta temporada difícilmente será olvidado por los aficionados lagartos y por lo general de todos los amantes del fútbol a este nivel; porque la realidad es que de momento el curso ha tenido de todo. El caos que se ha vivido en todos los estamentos del Real Jaén ha sido tremendo: muchos cambios en la plantilla, hasta tres entrenadores, sustituciones en la planta noble… Un Real Jaén como una montaña rusa, mezclando la euforia con el miedo.
El objetivo estaba claro desde el principio: la capital del Santo Reino debe disfrutar de fútbol bañado en bronce. Y no se empezó con muy buen pie, ya que la derrota en el debut en el Grupo IX provocó que el Real Jaén cayera al 17º puesto de la tabla, el más bajo que ha ocupado en lo que llevamos de temporada. Antes de la destitución de Valenciano y de la llegada de Salva Ballesta, se consiguió recortar puestos con la zona de Play-Off pero nunca se llegó a pisar esa tierra prometida, navegando entre los 4 y 1 punto de diferencia, fruto de una irregularidad que hizo cambiar la planificación.
La primera vez que los lagartos ocuparían posiciones de pelear por el ascenso sería en la jornada 17, cuando se encontraba empezando la mejor racha del año futbolístico del Real Jaén. Entrenados por Salva Ballesta, conseguirían estar invictos un total de 14 jornadas (de la 13 a la 26), llegando a situarse como segundo clasificado en la tabla en persecución del Atlético Malagueño. Sin embargo, hay otros equipos que juegan a lo mismo. Esa magnífica racha no se recompensó con poner distancia entre los perseguidores, ya que excepto en las jornadas 25 y 26, las distancias con el quinto clasificado fueron simplemente de un mísero e irrisorio punto. Nadie dijo que esto iba a ser fácil.
Volvamos al símil de la montaña rusa. El ascenso de posiciones, puntos, goles y buen juego se convirtió de repente en una bajada brusca, sin un espacio para preparar el cuerpo para el frenesí de la caída. De la mejor racha de la temporada se pasó a la peor de momento, con un total de 5 partidos sin conocer la victoria y con la dimisión de Salva Ballesta por medio. De la jornada 27 a la 31 (esta última con Andrés García Tébar al mando) se salió de la zona de Play-Off y la distancia con esa misma zona se puso a 7 puntos, la mayor diferencia del Real Jaén con dicha zona en toda la temporada. Ya saben quién tuvo la culpa.
A falta de disputarse el partido aplazado y la jornada de este fin de semana santo contra el Martos, el Real Jaén se ha abonado al sexto puesto de la tabla (8 jornadas consecutivas y la posición que más ha ocupado en el Grupo IX de momento) y la distancia con la pelea por subir es de 3 puntos, una victoria y que el resto de la jornada ayude. Una búsqueda de estabilidad que no ha sido encontrada y que ayudaría mucho sobre todo a la hora de calmar ánimos y emociones de todos los que forman la familia jiennense. Porque la adrenalina está muy bien, pero no debe ser lo cotidiano.