
Álvaro Aguado celebra el tanto anotado frente al Sporting que certifica la permanencia del Córdoba. Foto: Córdoba CF.
Emilio Antolín // @EmilioAntolin
Y lo cierto es que hizo todo lo que pudo el Oviedo de Anquela, que sin Carlos Hernández sobre el césped (era baja), venció al Huesca por 2-1 para acabar muriendo en la orilla de la séptima posición tras una campaña en la que no han parado de remar a contracorriente. Tampoco estuvo sobre el césped en la última jornada del campeonato regular Manu del Moral, cuyo Numancia, no obstante, venció a la Cultural Leonesa logrando tres puntos que le meten de lleno en el ‘play off’ de ascenso, en el que el jiennense deberá demostrar que los viejos rockeros nunca mueren. Javi Jiménez, por su parte, vio desde el banquillo como el Nástic vencía 2-0 al Rayo Vallecano y certificaba en el último suspiro su presencia un año más en Segunda División.
Más presencia y relevancia en los milagros de última hora obrados por sus equipos tuvieron tanto Álvaro Aguado como Javi Moyano, que celebraron la permanencia y la clasificación para los ‘play off’ de ascenso con Córdoba y Valladolid, respectivamente.
En este sentido, el capitán vallisoletano no se arrugó en el lateral derecho de un Valladolid que venció a Osasuna por 2-0. Moyano tiró de jerarquía para completar un partido soberbio y liderar a los suyos del mismo modo que lo ha hecho en un último esprint de temporada que les sirve para soñar con volver a la máxima categoría del fútbol español.
Del otro lado, el joven centrocampista cerró su espléndida temporada por la puerta grande, logrando la salvación del Córdoba y, para mayor gloria, marcando. Era un partido de los que definen una temporada y Aguado se comportó como un veterano para liderar a su equipo desde la medular, aportando desparpajo y calidad. La guinda, sin duda, fue el tercer y definitivo tanto del conjunto califal al borde del final, cuando su fe le llevó a hacerse con un balón en el centro del campo, avanzar velozmente hasta la portería rival y definir como un auténtico ‘killer’ para poner un 3-0 que hizo que todo El Arcángel se viniera abajo. Está llamado a hacer grandes cosas y, de momento, ha ayudado a dejar al Córdoba en Segunda.
Por último, el Reus despidó la temporada desde la tranquilidad de la zona media perdiendo contra el Alcorcón en un duelo en el que no estuvo Miguel García, aunque sí que contó con minutos Cámara. El extremo saltó al césped en el 55 cuando su equipo ya perdía por 2-0 e intentó en vano ayudar a su equipo a dar un paso adelante, aunque lo único que logró fue una lucha incansable pero sin éxito.
Resta, ahora, que o el Numancia de Manu del Moral o el Valladolid de Moyano pongan el broche de oro a la temporada. La emoción está servida…