Emilio Antolín // @EmilioAntolin
El balón ya rueda oficialmente en la Liga 1|2|3 y con él los jugadores jiennenses de la categoría se han vestido de corto por vez primera en la 2018/2019, cerrando una primera jornada en la que solo el Almería de Corpas ha sido incapaz de estrenar su casillero de puntos.
En este sentido, el conjunto rojiblanco cayó en su derbi andaluz ante el Cádiz por la mínima (1-0), en un duelo en el que el extremo empezó en el banquillo. Con un planteamiento muy defensivo, el Almería fue controlado de principio a fin por el conjunto gaditano, una dinámica que el técnico almeriense intentó romper, precisamente, con la entrada de Corpas en el 68. El ’17’ aportó intensidad pero participó poco durante los 22 minutos que estuvo sobre el césped, siendo un mero espectador de como su equipo encajó el 1-0 que a la postre sería definitivo.
Mejor fue el debut para Iván Sánchez, cuyo Elche logró empatar ante el Granada en su estreno liguero con el centrocampista jiennense disputando los 90 minutos. Lo cierto es que ni Elche ni Granada merecieron llevarse el partido, la igualdad fue máxima, y el jiennense aportó su granito de arena para cerrar líneas y, tras un intenso trabajo de hora y media, sumar un primer punto que sabe a gloria.
Con un punto también arrancó la campaña el Oviedo de Anquela, que siguiendo la dinámica de la temporada pasada apostó por Carlos Hernández como jefe de la zaga asturiana. Con el jiennense titular, el Oviedo se mostró muy superior a un Extremadura que, no obstante, logró arañar un empate del Carlos Tartiere. Lo cierto es que el ‘6’ no tuvo demasiado trabajo, su equipo zarandeó al Extremadura, le dominó, pero no le sentenció. Y en un córner mal defendido por, entre otros, Carlos, se dejó empatar por un conjunto extremeño que con el 1-1 cerró filas hasta llevarse el ‘gato al agua’.
Mejor papel hizo Aguado con el Córdoba, que se estrenó en liga con un partidazo ante el Numancia que acabó con festival de goles (3-3) y reparto de puntos. El jiennense fue el dueño de la medular califal y por sus botas pasó gran parte del fútbol de su equipo. De hecho, con un magistral pase suyo se inició la jugada del primer gol, con un balón al hueco que Alfaro aprovechó para asistir a Jovanovic. Digno de ver una y otra vez. Tras este, en la segunda mitad llegó el festival de goles y el intercambio de golpes, un duelo de idas y venidas en el que el jiennense supo crear y destruir, trabajando bien en defensa cuando fue necesario. Este año debe ser el de su confirmación y, de momento, no podría haber empezado mejor.
Por último, el Nástic cerró la jornada el lunes empatando a uno con el Tenerife, un reparto de puntos en el que no estuvo Javi Jiménez, lesionado, y en el que Manu del Moral se estrenó con la camiseta catalana en la segunda mitad. El ariete, con el ’14’ en la espalda, saltó al césped en el 75 y prácticamente no tocó el balón, aunque fue testigo en primera persona de como el Tenerife se hacía con un punto ‘in extremis’, en el 94, arrebatándole al Nástic dos puntos que ya tenía en el bolsillo.