
El ciclista jiennense, durante la prueba.
El ciclista jienense culmina su segundo año como profesional en la gran clásica italiana. Sin aún definir su futuro para 2019, todo apunta a que continuará en Israel Cycling Academy
Diego M. Díaz Salado // @dmdiazsalado
Díaz Gallego cerró su segunda temporada como ciclista profesional en uno de los escenarios de más abolengo del universo ciclista: Il Lombardia, uno de los cinco monumentos del año. La clásica italiana tuvo como vencedor a Thibaut Pinot (Groupama-FDJ), por delante de un Nibali (Bahrein-Merida) que no pudo reeditar su triunfo de 2017 y de Dylan Teuns (BMC). Sin embargo, todas las miradas del público jienense estaban en José Manuel Díaz Gallego, que debutaba de esta forma en una de las citas más importantes del panorama. El ciclista de Israel Cycling Academy hizo 53º, justo por detrás de la sensación Enric Mas (Quick Step) y un puesto por delante de Fabio Aru (UAE-Team Emirates) aunque se dejó ver más de lo que su posición final dicta.
Tanto es así que Díaz Gallego arriesgó con un ataque lejano, que aunque no fructificó le permitió aparecer en el grupo cabecero en la parte selectiva de la carrera. Su primera experiencia en una cita de postín se puede considerar como “positiva”, en palabras del joven ciclista jienense, que si bien, reconoce que los kilómetros finales “se hicieron largos”, aunque valora tener “la oportunidad de estar en estas clásicas tan duras y al mismo tiempo tan importantes”. De hecho, Lombardía no ha sido la única que ha corrido últimamente en suelo italiano, donde lleva prácticamente un mes siendo de la partida en las semiclásicas transalpinas de otoño. En la penúltima de ellas, Milano-Torino, que sirve de aproximación a Lombardía, hizo 26, demostrando que ha llegado con buen golpe de pedal al rush final del año: “la verdad es que sí, tenía muchas ganas de acabar bien esta temporada y hacer bien estas carreras italianas que son preciosas”, afirma en declaraciones a El Deporte de Jaén.
La tónica habitual de este exigente último mes competitivo, con hasta 13 pruebas en las que ha tomado salida, ha sido la de finalizar en segundo lugar dentro de la jerarquía de su equipo, Israel Cycling Academy, por detrás del jefe de filas Ben Hermans. Sin embargo, Díaz Gallego aún no tiene amarrado su futuro profesional para 2019, ya que acaba contrato con la escuadra israelita el 31 de diciembre. Aunque todo hace indicar, y así se está negociando, que continuará con este mismo equipo que le dio la oportunidad de pasar a profesionales y donde paso a paso sigue trabajando para labrarse un buen hueco en el pelotón internacional.
Lombardía ha sido también el punto final a un año de transición tras su primera experiencia pro de 2017. Ha sumado días de competición respecto al año pasado (77 frente a 60) y kilometrajes de más calidad, como es ejemplo esta participación en la clásica de las hojas muertas, nada menos que el quinto Monumento del año. Sin embargo, sus resultados, pese a mostrar más consistencia sobre la bicicleta, se han revelado parecidos, con la excepción de que estuvo a punto de alzar los brazos en una etapa del Tour de Japón (categoría 2.1), en la subida al Monte Fuji. En Japón hizo 11º en la general. Destaca también su debut en una ronda del World Tour (Volta a Catalunya) y sus prestaciones en otra prueba por etapas, el Tour de Austria (2.1), vuelta dura y con mucho desnivel acumulado en la que fue clave para el triunfo final de su compañero Ben Hermans y en la que finalizó el 22º en la general.
Finaliza así el año del joven ciclista jienense, que en próximas fechas deberá dar un paso más en su trayectoria profesional confirmando el equipo en el que correrá la próxima temporada. Como se ha expresado en estas mismas líneas, parece casi segura su continuidad en Israel Cycling Academy.