Alejandro Copete // @Ale_Copete
Nos prometieron desde la RFEF una Copa del Rey diferente y esta primera eliminatoria puede confirmarnos que por lo menos habrá pequeñas alegrías para los más humildes. En un fútbol como el de hoy, que a veces acabamos asqueados de la mercantilización y de la pérdida de valores, al menos es un pequeño bocado que llevarse al paladar el conocer las historias que traerán estos partidos. Por ejemplo, el pueblo palentino de 700 habitantes (Becerril) que verá jugar en su pueblo, en su estadio, en su casa; a toda una Real Sociedad. No será la única anécdota que conoceremos en esta edición del Torneo del KO.
A los equipos jiennenses que estaban en el bombo del sorteo les ha tocado dos conjuntos que tendrán que “bajar” todo un país hasta la provincia de Jaén para afrontar la eliminatoria. En el caso del Real Jaén ha tenido más “suerte” al enfrentarse a un Primera División: el Deportivo Alavés. La simple mención de la entidad deportiva vasca trae malos recuerdos a la parroquia lagarta. En el breve espacio de dos temporadas, o si apuramos: una postemporada y una temporada completa, se creó una rivalidad entre ambos equipos marcada por una eliminatoria de campeones de grupo de Segunda B y por un último partido a vida o muerte en la última jornada de la Segunda División. Todos los aficionados de la capital del Santo Reino recordarán esa trágica derrota en casa por 2-3 que supuso el descenso del Real Jaén a la Segunda B en la temporada 2013/2014.
De aquellas plantillas solamente sobreviven por cada equipo Juanma Espinosa y Manu García. Desde entonces, el Deportivo Alavés siguió una tendencia ascendente que acabó con el ascenso a Primera División y consiguiendo estancarse en la máxima división de nuestro fútbol por cuatro años seguidos de momento. Tras la buena campaña realizada por Abelardo, el encargado de seguir con los buenos años del glorioso es Asier Garitano, que ya demostró su valía con el Leganés. Han sabido mantener el bloque fuerte de la plantilla y han mejorado sobre todo en ataque con las llegadas de Joselu y Lucas Pérez. Los vascos actualmente respiran un poco tranquilos estando a seis puntos de la zona de descenso.
Por su parte, al de momento intratable líder del Grupo IX, el Linares Deportivo, la suerte le ha deparado el Girona FC, descendido de la Primera División la pasada campaña. El conjunto catalán ha vivido los dos mejores años de toda su historia en estas dos pasadas campañas en la élite, pero no supieron sumar una más. Actualmente se encuentran en la zona alta de la tabla de la categoría de plata, a tiro de piedra de las zonas que permiten jugar PO de ascenso. Con el descenso vino también cambios sensibles en la plantilla con jugadores con mucha experiencia tanto en Segunda como en Primera: Juan Carlos, Jozabed, Gumbau, Jonathan Soriano….aunque el referente sigue siendo el goleador Stuani.
Pero ese proyecto que le fue encargado a Juan Carlos Unzué como técnico del equipo gerundense terminó en la jornada 12 tras haber sumado 12 puntos de 36 posibles. Esa irregularidad encendió las alarmas de la planta noble y Unzué fue destituido. Ahora es Pep Martí quien navega la nave catalana con la meta de volver a la Primera División, un objetivo que tuvo cerca de la mano durante muchas temporadas seguidas pero que al Girona FC le costó sangre, sudor y lágrimas obtener el premio final.