
La compañera Rosa Bárcenas, durante la ruta en el corredor del Veleta.
Rosa Bárcenas
Llevaba un par de años detrás de hacer este polémico itinerario, pero por diferentes motivos no llegaba el momento. Lo llamo polémico porque dependiendo de las condiciones de la nieve pasa de ser una actividad entretenida a algo más serio. Reconozco que mi grado de respeto por esta vía venía en gran parte acompañado de mis fantasmas con la nieve, de hecho un mes antes de lograrlo, hicimos un intento pero tardé poco recorrido en alegar que hacía demasiado frío, gran ocurrencia por mi parte como escusa barata, considerando que es una actividad que se hace en terreno nevado, por encima de los 3.000 metros de altura y en condiciones invernales.
Cuantos más años cumplo más cuenta me doy de que cada cosa tiene su momento y mucho más en montaña, donde no solo cuenta la meteorología o tu estado físico; el coco aquí juega un papel fundamental. También es importante ir con la compañía adecuada y tener claro que lo quieres hacer, debes encontrarte fuerte y motivado, requisitos que aparentemente parecen de fácil acceso pero luego cuesta reunirlos a la vez.
El Pico Veleta, en Sierra Nevada, guarda en su cara norte una ruta clásica bastante alpina, que nos lleva a un alucinante cuenco glaciar del que nace un corredor diagonal que discurre por los abruptos farallones de los Corrales del Veleta. Se trata de un amplio y rectilíneo tobogán con una pendiente de 50 grados que sale justo por debajo de la cima, donde tras una entretenida trepada coronamos la tercera cumbre más alta de la Península Ibérica.
En resumidas cuentas, esa es la descripción del famoso corredor, solo en resumidas cuentas. Parece increíble que este curioso lugar esté a escasos metros de una estación de esquí llena de remontes y bares pero es un hecho, tan real como que pretenden ampliar ese coto privado de nieve y seguir comiéndole terreno a ese Parque Nacional que es de lo más peculiar por su ubicación geográfica y por la altitud que consiguen sus montes de pizarra.
En fin, la polémica está servida. El caso es que ese corredor es especial para mí por muchas razones, de ahí el compartirlo y sentirme contenta por haberlo hecho.