Rosa Bárcenas
El concepto de cordada podríamos definirlo en montaña como una pareja de escaladores que se sujetan a cada uno de los extremos de una misma cuerda. Normalmente formada por dos personas, las cordadas de escalada y alpinismo, son una alegoría del trabajo en equipo, la motivación y la confianza. Entre ambos planifican y actúan juntos para llevar a cabo un proyecto, alcanzando objetivos ambiciosos o afrontando el fracaso conjuntamente. En la montaña, las habilidades y la cooperación de los compañeros de cordada marcan la diferencia en los logros, yo creo que igual que en la vida misma.
A lo largo de la historia, no vemos más que ejemplos de este tipo de relaciones basada en la simbiosis entre dos. El más famoso alpinista de todos los tiempos Reinhold Messner con su hermano, los hermanos Iker y Eneko Pou, los primos Edurne Pasaban y Asier Izagirre, el matrimonio Gerlinde Kaltenbrunner y Ralf Djumovits…ninguno de ellos habría alcanzado su meta sin el otro.
Nunca se debe subestimar a ninguno de los miembros que la componen, pues con la cuerda que los une, el compañero fuerte puede ayudar al más débil, pero el más débil igualmente dará la vida por el más fuerte y nunca soltará su cabo. El más frágil no subiría sin la ayuda del más fuerte, pero el más fuerte tampoco lo lograrías si no estuviera acompañado por el más débil. No consiste en que seamos dominantes o dominados siempre, serán las circunstancias las que nos den ese poder, así lo debemos entender siempre que formemos una cordada.
Igual debe ser con la persona con quien compartimos la vida. Si tenemos la suerte de encontrar a ese individuo/a que atamos a nosotros en el otro extremo de la cuerda, aquel con el que mantenemos esa correlación, complementariedad y semejanza, alguien de confianza, leal y parecido a nosotros en esencia, camarada y confidente en todas las situaciones de la vida, lo que podríamos llamar un compañero de cordada y algo más….entonces superaremos más fácilmente cualquier desplome, subida o bajada.
Esta unión que se basa en una profunda confianza y respeto, construida con esfuerzo y gran empatía, es la base de una «cordada» esa bella unión entre seres humanos, en la que se basa el arte de vivir más intensamente, compartiendo y construyendo juntos, eso que ahora curiosamente tanto ansiamos.