Pablo Cenizo | @Pcenizo
Hasta aquí ha podido ser: un año después de disputar su último partido como profesional, Alfonso Sánchez ha anunciado oficialmente que cuelga las botas tras 17 años.
Se va, como el mismo dice, en una circunstancia extraña, sin poder despedirse de la afición como más le gustaría, en el terreno de juego, dadas las circunstancias.
Y esa ha sido la crónica de su carrera, que comenzó como una gran promesa, pero al que las lesiones han puesto palos en la rueda para termina como hombre de rotación.
“It's a new dawn, it's a new day, it's a new life for me…
And I'm feeling good…”
Nina Simone pic.twitter.com/JmhY6OMiUa— Alfonso Sánchez (@23ASanchez) April 13, 2020
Sánchez ha sido un auténtico luchador. En sus inicios, el jiennense demostró en la cantera de Unicaja ser uno de los talentos más interesantes de la fructífera cantera de Los Guindos y fruto de ello le llegó la oportunidad, brindada como él mismo recuerda por Sergio Scariolo, de debutar en el primer equipo en 2005, disfrutando así de los mejores años del club malacitano.
Pero llegó la maldita lesión de muñeca que ha marcado su carrera. Como él mismo a reconocido, con poco más de 20 años llegó a plantearse la retirada, pero el apoyo de sus más allegados y de su club le animó a luchar por recuperarse.
Desde ahí, Sánchez nunca dejó de luchar: primero para recuperarse, después para crearse su hueco en el baloncesto de élite y para terminar, para que se le reconociera como un jugador de rol de gran nivel.
Dentro de su calvario, Sánchez no puede disputar un solo partido de las temporadas 11/12 y 13/14, y en la 12/13 no pasa de ser último hombre en la rotación del CB Ourense, con el que solo disputa 14 minutos de media en la temporada.
Pero una vez más, no deja de luchar y es en la temporada 2014/15 cuando Sánchez se asienta en la élite, disputando 22 partidos con el Clínicas Rincón en LEB Oro y marcando unos interesantes números: 12,8 puntos, 2,5 rebotes, 2,1 asistencias y 1,3 robos por partido, que le abren las puertas de la ACB, primero esa misma temporada con La Bruixa D’or Manresa, y la temporada siguiente, ya desde el comienzo, de la mano del Baloncesto Sevilla.
Jugador diferente al que se vislumbraba en sus inicios, este luchador se convirtió en pieza esencial en la rotación de un conjunto joven que pasa por momentos complicados en la clasificación, pero en el que Sánchez demuestra ser un baluarte defensivo y con buena mano desde la línea de tres, a pesar de tener que haber aprendido de nuevo a tirar.
Tres ese primer año, se gana la renovación y disputa dos temporadas más con el nuevo Real Betis Energía Plus, en el que no puede ayudar a la permanencia del equipo en Liga Endesa pero nuevamente deja muestra de su entrega y coraje.
Se va Alfonso Sánchez con 33 años, pero deja tras de sí un legado de lucha, de constancia y de clase en el campo y fuera de él.
Se va el gran representante de la provincia en la máxima categoría del baloncesto patrio y desde aquí le deseamos mucha más suerte en su futuro fuera de las canchas. Desde luego, la merece.