El pasado mes de noviembre, Anquela regresaba a la AD Alcorcón para vivir su segunda etapa al frente del equipo alfarero. Los madrileños vivían una situación extrema tras 11 jornadas de Liga, ocupando el farolillo rojo de la categoría de plata.
El Alcorcón tan sólo sumaba 5 puntos de 33 posibles, 1 victoria, 2 empates y 8 derrotas, con un balance de 4 goles a favor y 15 encajados. Números que presagiaban un final de temporada abocado al descenso.
Con la llegada del técnico jiennense, el conjunto alfarero ha levantado el vuelo. Aunque no ha abandonado aún los puestos de descenso, sus números han mejorado notablemente para alivio de la afición del conjunto del Sur de Madrid.
Ahora, con 19 partidos disputados, el Alcorcón se encuentra en la 20ª posición y ha vuelto a saborear victorias. 5 triunfos suma ya el equipo de Anquela, que cuenta también con 4 empates y 11 derrotas. Con Anquela en el banquillo, el balance es de 4 triunfos, 2 empates y 3 derrotas. Nada mal.
El entrenador jiennense ha atendido a los medios oficiales de LaLiga para ofrecer una entrevista en la que ha repasado algunos aspectos de su regreso al Alcorcón y de cómo afronta esta compleja campaña.
Anquela reconoce que el Alcorcón no es un equipo cualquiera para él. «El primero no me va a llamar. Si me llama otro cualquier equipo, me lo pienso. Pero si me llama el Alcorcón no tengo nada que pensar. Yo tengo una deuda muy grande con este equipo. Fue el que nos sacó de la miseria y nos puso en el mapa futbolístico», afirma el jiennense.
El preparador del cuadro madrileño admite también su nerviosismo en el banquillo. Son muchas las veces que se le puede ver gritando y gesticulando en la banda. Anquela asume que no puede estarse quieto.
«No sé sentarme, no puedo. Cuando me expulsan es cuando más tranquilo vivo los partidos, me siento y no digo nada en absoluto. No me gusta estar fuera. Yo tengo que estar aquí con el equipo. A mis chavales les tengo que transmitir cuáles son mis sentimientos y no entiendo otra manera de hacerlo Me gustaría estar más tranquilo pero para mí no es posible».
Sobre su primera etapa en el banquillo alfarero, Anquela destaca que para él lo más importante fue «ascender a Segunda División. Luego en dos años más, nos quedamos a un gol de subir a Primera División. Nadie contaba con el Alcorcón y sin embargo ahí estuvimos. Nos tocó el Valladolid y era mejor que nosotros. Subió el que mejor lo hizo».
En Alcorcón, el jiennense se siente como en casa: «Esto es una familia. Aquí ves el letrero que te dicen donde vienes, donde estás. Sin ser ofensivo con nadie ni asustando a nadie. Aquí vamos a luchar hasta el final siempre. Esa es la filosofía que ha llevado a este equipo a hacer cosas importantes», subraya.
Incide Anquela en el espíritu del Alcorcón que se resumen en que «aquí no se para de correr jamás hasta que el árbitro diga vámonos todos para dentro».
De cara a la segunda vuelta del campeonato, el técnico jiennense admite que su equipo sufrirá pero confía en sus futbolistas: «Vamos a tener que sufrir hasta el último día y tenemos que estar preparados para ese sufrimiento. Saber competir. Si tuviéramos la suerte de sumar muchos puntos y hacerlo antes de llegar al final mejor. Eso no va a ser fácil. Hay que estar preparados para luchar hasta el final. Estamos convencidos de que podemos hacerlo y lo vamos a intentar con todas nuestras fuerzas. No tengo la más mínima duda».
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