Pelotón pasando por la capital jiennense. Foto archivo: Juande Ortiz.
Tres años después del final de etapa en Pozo Alcón, la ronda hispana vuelve a una provincia que suele ofrecer emoción y espectáculo al máximo nivel
Diego M. Díaz Salado // @dmdiazsalado
El mar de olivos vuelve a La Vuelta. La ronda hispana por etapas ha presentado su recorrido para el presente 2021 en el que, pandemia mediante, recupera sus fechas de agosto y septiembre y que tendrá su punto inicial con una revolucionaria contrarreloj desde la Catedral de Burgos.
La provincia de Jaén vuelve así al trazado de una de las tres grandes vueltas después de dos años de ausencia, y lo hace exhibiendo uno de los finales más eléctricos y apasionantes del ciclismo patrio: Valdepeñas de Jaén.
Una cuesta adoquinada que toma visos de clásica en la disputa por el triunfo de la etapa 11, que nace en Antequera y que deberá sortear dos dificultades montañosas de tercera y segunda categoría, las Lagunillas y el selectivo Alto de Valdepeñas, este último a ocho kilómetros de meta, antes de encarar el ya referido final con repecho y piso de adoquín en la calle principal del municipio.
No es una etapa muy larga, de apenas 131 kilómetros, pero ese último esfuerzo final esconde rampas superiores al 20 por ciento, con el añadido del calor de todo un 25 de agosto.
Valdepeñas se ha convertido en todo un clásico de la Vuelta a España en este siglo. Con la de 2021 serán cuatro las veces en las que una etapa de la ronda hispana finaliza en la localidad, en concreto, entre los años 2010, 2011 y 2013, todas ellas con victorias de pedigrí y pasaporte español: Igor Antón, Purito Rodríguez y Dani Moreno.
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Después de dos ediciones de ausencia de Andalucía y de la provincia de Jaén en la gran carrera ciclista del país, la provincia, a través de la Diputación, vuelve a apostar por ser terreno protagonista del acontecimiento deportivo.
Junto a ese esperado final de etapa en Valdepeñas, al día siguiente, en el parcial 12, la serpiente multicolor tomará salida desde la capital jienense rumbo a Córdoba, ciudad en la que se sitúa el arco de meta.
Hacía 13 años desde que la capital no acogía una etapa de la Vuelta (2008) con salida entonces en Granada y victoria del aún incombustible Alejandro Valverde. Este 26 de agosto serán 166 kilómetros con una primera parte tranquila y un final movido con los altos de San Jerónimo y el Alto del 14% (sic), ubicados en la provincia cordobesa.
Se trata de terreno propicio para una fuga, con esas dos dificultades montañosas de tercera y segunda categoría, respectivamente, la última de ellas a 16 de meta. El pelotón pasará por Torredonjimeno, Porcuna y Cañete de las Torres.
Esta 76º edición de la Vuelta a España recupera, como se ha referido, su últimamente tradicional paso por Jaén. Será la decimoctava ocasión en la que la Vuelta llegue a la provincia. Un hecho que no ocurría desde 2018 cuando el francés Tony Gallopin alzó los brazos en Pozo Alcón, en una muy entretenida etapa con los gallos del pelotón dándose estopa en la parte final.
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Generalmente, el tránsito de la provincia jienense por competiciones de alto nivel ciclista se traduce en espectáculos para el aficionado. Lo vimos el año pasado con la etapa de la Vuelta a Andalucía con final Úbeda, resuelta en un emocionante final o el campeonato de España de ciclismo, especialmente la prueba absoluta de ruta, en este caso con final en su vecina Baeza.
Antes de la Vuelta 21, disfrutaremos, si no hay suspensión definitiva, de la Vuelta a Andalucía, que prevé otras dos etapas en suelo jienense: un final en Alcalá la Real y la etapa reina entre Beas de Segura y Villarrodrigo con 191,1 kilómetros y mucha montaña. La prueba estaba prevista para este mes de febrero, pero la situación de la pandemia la ha desplazado al mes de mayo.
