
El Real Jaén recibe al conjunto granadino. Foto: UD Maracena.
Alejandro Copete | @Ale_Copete
Cuando se cambia un entrenador, se hace para intentar dar un giro a la dinámica del equipo. Eso no ha pasado en la UD Maracena. La victoria en la primera vuelta frente al Real Jaén (segunda del conjunto granadino en lo que llevamos de liga) fue un espejismo para Jaime Morente, que aguantó dos derrotas más.
Le sustituyó Luis Torres, técnico del Juvenil azulillo, pero solamente ha podido conseguir como positivo dos empates. Dos puntos de 21 posibles es la racha actual del colista del grupo.
Aún alberga esperanzas el Maracena de salvarse, teniendo ese objetivo a 9 puntos a falta de cuatro partidos. Pero eso sería mostrar en lo que queda de campaña algo que no se ha podido ver en toda la temporada.
13 puntos en total y compartiendo con los lagartos el dudoso “honor” de ser el equipo más goleado de la tabla. Solamente les queda aferrarse en Granada al amor propio e intentarlo hasta que las matemáticas no sumen.
En el mercado de invierno sufrieron las bajas de jugadores importantes como Castillo (ahora en el Torredonjimeno), el lateral Lavela y Jordi. Para compensar, llegaron 6 fichajes con los que algunos ya pudo contar el anterior míster en el duelo previo entre jienenses y granadinos.
El central Santamarina fue otra cara nueva que se ha asentado en el equipo, como el interior derecho Jorge Ruiz, procedente del Motril. Dos jugadores importantes pueden volver al once inicial tras cumplir sanción: el central Rubén y el incombustible centrocampista Fran Bea.
Otro problema que ha arrastrado la UD Maracena ha sido la de lesiones, ya que lleva acumulando jugadores con molestias de todo tipo, siendo los útimos Igna, Mayas, Luiso y Jay que se perdieron por dicho motivo la última jornada. Torres ha tenido que tirar de sus antiguos pupilos del juvenil para completar convocatorias.
Conscientes de lo que se juegan llegan ambos equipos a este duelo en La Victoria ya de nuevo con público en las gradas. El Real Jaén tiene la salvación, a estas alturas de liga el mal menor, a mano; mientras que para los maraceneros puede ser la puntilla que los acabe rematando, un equipo que todavía no sabe lo que es ganar lejos de su casa.