Alejandro Copete | @Ale_Copete
La pasada campaña, Real Jaén y Motril CF ocupaban los cuatro puestos de honor que permitían la lucha por ascender a Segunda B. Hoy también comparten grupo, pero por no descender una categoría más en el reformado fútbol español del año que viene.
Este deporte es maleable y cambia mucho en poco tiempo. Y en este caso, a peor. Los granadinos han pasado de no bajar del sexto puesto desde su regreso a la Tercera a encontrarse en esta peliaguda tesitura.
Una campaña que empezó muy bien para el Motril, con cinco partidos sin perder (tres victorias) pero que acabó con 10 derrotas en 13 jornadas y sin poder salir de la quema.
Parecía que la marcha de Novo del puesto de entrenador y el regreso de José Manuel García, el que era el eterno inquilino del banquillo, hacía remontar la cosa con dos victorias consecutivas pero de nuevo la mala racha se impuso y acabaron en esta fase por no descender.
Segunda etapa del campeonato que han tardado en empezar por el COVID y que lo han hecho con sendos empates. Los de la Costa Tropical no saben lo que es ganar desde el pasado 7 de marzo.
Y también llevan una racha negativa en cuanto a goles a favor, ya que son tres partidos consecutivos sin que sus jugadores anoten (el de la pasada jornada, aplazada y jugada el miércoles, fue en propia puerta del equipo rival).
No se entiende la situación de este equipo que tiene en sus filas a jugadores como el hombre récord Linares, el centrocampista Darío de la Hoz, el guardameta Jorge Sánchez y el delantero Juanfran Beas, pichichi con siete goles. Todos ellos nombres de garantía para la categoría. Pero el fútbol es así.
En el mercado invernal llegaron el ariete Jordi, Óscar Lozano y Yalike, siendo el mediocentro de origen africano el que más minutos ha disfrutado como titular desde su llegada.
Por motivos personales tuvo la baja más sensible el Motril CF en la defensa, el portugués Filipe que formaba la pareja de centrales junto a Javi Gadea.
Teniendo todavía un partido aplazado, el Motril CF ocupa la tercera posición con 22 puntos. Su mejor coeficiente le hace de momento no estar en la zona peligrosa, pero deben empezar también a ganar para no sufrir más apuros.
El Escribano Castilla solamente ha visto ganar a su equipo en cuatro ocasiones. Deben ser más para no caer en el abismo más profundo que se va a conocer en nuestro fútbol.