Alejandro Copete | @Ale_Copete
El Linares Deportivo tiene como primer reto en este playoff a un equipo que desprende aroma a fútbol del norte de España. La idiosincrasia vasca a la hora de concebir el deporte rey está presente en la SD Amorebieta, cuya plantilla está completamente formada por jugadores nacidos en Euskadi.
Los guipuzcoanos son un conjunto más habitual de la Tercera vasca que de la Segunda B, pero desde la temporada 2011/2012, su primera en el bronce, se han convertido en uno de los clásicos del Grupo II. Y dos décadas después pelean de nuevo por ascender a la Segunda División, lo que sería un nuevo hito en su historia.
El equipo azulón ha demostrado ser un equipo rocoso, de los menos goleados de la categoría. Ha conseguido sumar un total de 13 porterías a 0 en esta temporada y en la segunda fase, además de acabar invicto en los seis encuentros, solamente han encajado dos tantos en contra.
No se confundan, no se trata de un equipo que se encierre atrás, sino que no juega nada mal para los estándares de la categoría y suele dominar las diferentes fases de los partidos. Pero si de algo puede presumir la SD Amorebieta es de una buena defensa.
Zaga que está representada en el césped por el guardameta Saizar, que con 38 años defiende la portería vasca con una dilatada experiencia que incluye presencia en la élite con el Córdoba CF; y una pareja temible de centrales formada por Arregui (ex del Cádiz y El Ejido) y el también veteranísimo Sagastibelza (que llegó a jugar en Segunda con el Nástic de Tarragona).
Por lo general, el plantel del Amorebieta está bastante curtido en la categoría y conoce a la perfección el Grupo II de la Segunda B. Ejemplos de ello son otros dos jugadores importantes para los vascos: los centrocampistas Larrucea y Seguín.
Arriba el máximo goleador es Unzueta, jugador de 22 años que lleva 6 goles en su segunda campaña en la Segunda B y que suele acompañar a Obieta (4 goles) en la dupla de arietes.
Mucha ilusión entre las filas de la SD Amorebieta y entre los pupilos del joven entrenador Íñigo Vélez, que han alcanzado estos playoffs por el ascenso a Segunda a base de humildad y trabajo. Si muchas veces decimos que en Andalucía el fútbol se vive diferente, también sucede lo mismo en el País Vasco.