Alejandro Copete // @Ale_Copete
Al Juventud Torremolinos este año le van las copas. Flamante campeón de la Copa RFAF y gracias a su goleada al Betis de Hadú ceutí el pasado miércoles, ha pasado a octavos de final de la Copa RFEF.
Todo eso mientras sigue imbatido en la Tercera RFEF en una cómoda séptima posición con 6 puntos (una victoria y tres empates).
Nada mal para ser un equipo que estaba habituado a subir y bajar de la Tercera División y que la pasada campaña realizó un gran año, siendo el Almería B su verdugo en los P.O de ascenso a Segunda RFEF.
El trabajo de Ibón Arrieta, que pasó de ponerse la equipación al traje de entrenador en El Pozuelo, ha ilusionado a una afición que espera seguir viendo a su equipo crecer.
Siguen en Torremolinos jugadores experimentados y de calidad como el centrocampista Gerrit, el central Lasly y el interior derecho Javi López, con pasado en el Real Jaén y muchos minutos en la Segunda B.
También con historial lagarto está el guardameta Ávila, que rota en la posición con uno de los recién llegados: Zarco procedente del Haro Deportivo.
Y es que Arrieta ha usado a prácticamente toda su plantilla entre partidos de copa y de liga, señal de que piensa que tiene una plantilla de garantías.
Otras caras nuevas para el club verdiblanco son el central Heredia (también con una etapa en el Real Jaén) que viene de jugar la extinta Segunda B con el Don Benito.
Otro veterano en dicha categoría en equipos como el Loja o la Balompédica Linense es Gato, de momento pichichi copero del Juventud Torremolinos.
Procedentes ambos del CD Alhaurino han llegado a Torremolinos el central Dani y el centrocampista Fran Castillo, este último habiendo llegado a debutar con el primer equipo del Albacete Balompié.
Otro jugador que se ha asentado en el once es el lateral izquierdo de 21 años Urbina, criado en la cantera malaguista. Para el jugador del Real Jaén Ezequiel Amores supondrá enfrentarse a su ex-equipo.
El pobre bagaje goleador de los malagueños (tres a favor) se ha visto compensado por su capacidad defensiva (solamente dos goles y fueron en la última jornada de liga, un empate ante el Atlético Malagueño) y por la efectividad para sacar puntos.
En su debe se encuentra conseguir su primera victoria en casa (solamente ha ganado fuera) y mejorar los registros anotadores. La manita en la Copa RFEF puede servir de motivación para un Juventud Torremolinos que quiere aspirar a todo.