Alejandro Copete // @Ale_Copete
En la última jornada, el conjunto de la barriada malagueña se cobró su particular venganza ante el Atlético Malagueño (quién lo apeó de la pelea por ascender la pasada campaña) y volvió a ganar tras cinco jornadas seguidas sin hacerlo. De esta manera, El Palo FC evitó caer más abajo y sigue en la zona media de la tabla, en octava posición con 20 puntos a su favor.
Aunque ya no cuentan con jugadores como Reina o Apoño, la veteranía y el aroma a barrio recae ahora en Aranda (40 años) y Durán (39), ambos todavía con un papel importante en el césped del San Ignacio, estadio que siempre tendrá la vitola de fortín. Esta temporada solamente ha perdido en una ocasión como local los paleños. Continúa el ex-jugador Porto en el banquillo, conformándose una plantilla con la que quieren volver a pelear por subir.
De las llegadas más destacadas está la del guardameta Killyan, ex del Atlético Malagueño e Ibiza. También formados en la cantera malaguista son los jóvenes fichajes (no todo van a ser “viejos” en El Palo) Darío, mediocentro de 19 años; y el lateral derecho de 20 años Iván Olmo, que viene del Arcos. Ambos ya han dispuesto de muchos minutos con el equipo malagueño. Otra joven promes que despunta: el lateral izquierdo Jon, ex del Badajoz B.
También son caras nuevas en El Palo el mediocentro Toni Conejo, procedente del fútbol gibraltareño, el central Villegas, otro producto de la cantera del Málaga CF; y el extremo Iván López, que viene del CD Rincón, y se ha apropiado de la banda derecha del conjunto azulillo. Todos ellos vienen a apoyar a una plantilla donde sus piezas más importantes siguen siendo el defensor Lulu, el pivote Sergio Díaz (estos dos no se han perdido ninguna titularidad) y el ariete Pepe Capitán, que lleva tres goles hasta el momento.
Una sola derrota en las últimas 10 jornadas confirma que El Palo FC es siempre un rival duro. Para recibir al Real Jaén no podrán contar con el lateral Iván Olmo por ciclo de amarillas, pero recuperan al mediocentro Toni Conejo tras cumplir esa misma sanción. Prueba de fuego para los lagartos y sus ganas de crear una buena racha.