Alejandro Copete // @Ale_Copete
El conjunto arlequinado es uno de los que el Linares Deportivo ha sobrepasado en su épica remontada para salir de la zona de descenso, quienes a partir de ahora tacharan 2021 de todos sus recordatorios y agendas.
El CE Sabadell firmó un mal año con un descenso desde la Segunda División y con una caída libre hacia la zona de peligro de la Primera RFEF.
Con un partido atrasado, los catalanes son antepenúltimos con 18 puntos y marcando el segundo peor registro goleador de la tabla con 10 tantos.
La directiva decidió seguir confiando en Antonio Hidalgo pese a la pérdida de categoría, pero esa confianza duró 13 partidos.
Ahora es Pedro Munitis, entrenador con cierta experiencia pero no muy plagada de éxitos, quien tiene que lidiar con la nave y evitar un nuevo descenso a otro agujero más profundo del infierno futbolístico español.
Con el otrora jugador a los mandos, el CE Sabadell lleva dos derrotas (una de ellas en Copa del Rey), una victoria y un empate, este último conseguido el pasado 4 de diciembre en su partido pendiente contra el Costa Brava, rival directo por la permanencia a estas alturas de temporada.
Donde sí hubo revolución fue en la plantilla. El conjunto arlequinado prescindió de la gran parte de su plantilla (entre ellos jugadores muy importantes como Mackay o Stoichkov) y conformaron un equipo con jugadores que saben lo que es jugar en la División de Plata, pero que de momento no están respondiendo a las expectativas.
En la zaga está destacando Morgado (ex del Badajoz y baja por lesión en el último duelo de los catalanes) y el prometedor lateral sub-23 Guillem Molina, de la cantera del Valencia CF.
Son fijos en la defensa junto a uno de los que sigue en Sabadell, el central Coch que tras un año irregular vuelve a ser un líder en el campo.
Para el centro del campo llegaron dos jugadores que venían de jugar en Segunda División: Aguza y Jacobo, procedentes de la Ponferradina y del Tenerife respectivamente.
Ambos son importantes en los esquemas del conjunto catalán y volverán a vestirse de azul y blanco tras cumplir sus sanciones.
El canterano merengue (Jacobo) es además el pichichi del equipo con 4 tantos, destacando por su polivalencia tanto por la banda como de segundo punta.
Y es que la falta de gol es un problema en el CE Sabadell, ya que los arietes Katxe y Gabarré aún no se han estrenado esta temporada.
Una de las llegadas más destacadas para el ataque fue la del extremo Moha, ex del Mirandés.
En los catalanes el peso del escudo y la motivación de salir del pozo la están llevando los veteranos Querol (33) y Óscar Rubio (37), jugadores que continúan con respecto al pasado año y que son los nuevos referentes para la afición blanquiazul.
En Sabadell esperan una reacción para evitar un nuevo descenso cuando todas las miras estaban puestas en volver al fútbol profesional lo antes posible.
Y en la Nova Creu Alta, donde solamente han podido sumar 5 puntos, están expectantes.