Alejandro Copete // @Ale_Copete
Cuando en Can Barça parece que han asentado los cimientos para el proyecto de Xavi tras el mercado invernal de fichajes y los azulgranas se han vuelto a meter en la pelea por la Champions, las alarmas están sonando ahora en el filial.
El FC Barcelona B es decimotercero con 28 puntos, a solamente dos de la zona de descenso, y están inmersos en una nefasta racha de seis partidos sin ganar.
Los de Sergi Barjuán aún no saben lo que es ganar un partido en el año 2022, además de mostrar una ineficacia defensiva que les ha hecho encajar la friolera de diez goles en contra en los últimos cinco partidos.
Sus nueve goles a favor solamente han servido para arrancar empates, insuficientes para alejarse de la zona de peligro.
Se entiende que la mala campaña de momento puede tener como principal factor la necesidad del primer equipo azulgrana de jugadores del filial, que han llenado titularidades y convocatorias del FC Barcelona en Primera División, Copa del Rey y Champions League.
Y todavía hay algunos en dinámica del primer equipo, como el portero Tenas.
Debido a los fichajes que han llegado al Nou Camp, se ha anunciado que Jutglá y Abde, dos jugadores de ataque que estaban siendo parte del primer equipo, vuelven al filial para ayudarlo a salir de la dinámica negativa.
También han llegado caras nuevas al Barça B: el defensa Dionkou, perteneciente al Granada pero que la primera mitad de la temporada la ha jugado en el San Fernando; el extremo almeriense Fabio Blanco, procedente del juvenil del Eintracht de Frankfurt; y se le ha hecho ficha al portero Álex Ruiz, ya que Iñaki Peña ha sido cedido al Galatasaray turco.
Mientras, los que esta temporada están destacando en el filial azulgrana son los carrileros Guillem Jaume y Mika Mármol, muy del estilo que se estila en Can Barça: con mucha llegada arriba.
En el centro del campo, parcela siempre importante en la filosofía de juego de los catalanes, tienen como baluartes a Álvaro Sanz y a un Matheus Pereira que se le está pasando el arroz de llegar a la plantilla del primer equipo. De momento el pichichi es Rodado, cedido por la UD Ibiza, con seis tantos.
Dura papeleta la de Sergi Barjuán, que llegó a entrenar de manera interina al FC Barcelona esta temporada. Alejar a su equipo del descenso mientras no abandona la filosofía, el estilo de juego, el dogma de Can Barça que los hizo uno de los mejores equipos de la historia reciente de este deporte.
Y eso pasa por todas las categorías, desde el primer equipo hasta el pre-benjamín, pasando por los conjuntos femeninos. Más que fútbol, lo del Barcelona es religión.